*Capítulo 35: No me dejes…*
(SILVIA)
Cristian y yo nos miramos sin saber que decir. Lo ha oído, ahora él también lo sabe…
Me sentí fatal, sentí que las fuerzas me fallaban, que la sangre huía de mi cuerpo, que mi corazón se rompía en mil pedazos. Mi autocontrol me falló haciendo que estallase en lágrimas, lágrimas de dolor, decepción, tristeza, intentando desahogar mi desesperación con ellas, pero no, jamás conseguiré apaciguar algo así…
-Yo… creo que lo mejor será que me vaya…-susurró Cristian mirándome interrogante.
Asentí lentamente. Esto tenía que hacerlo yo, Nico se tiene que enterar de todo, de la verdad, por mí, aunque me duela, tiene que saberlo, y yo se lo diré.
Cristian me dio un beso en la mejilla y salió de la habitación cabizbajo.
Nico se acercó rápidamente a mí y me miró con una mueca de tristeza infinita, se me partió el alma, jamás había pasado por algo así, tengo un nudo en la garganta que apenas me deja respirar cada vez que lo veo.
-Silvia… ¿Qué demonios significa eso? ¿Es que Cristian se ha vuelto loco?-me miró fijamente-¡¡Iván es mi hijo, él no tiene derecho a decir lo contrario!!-se calló unos instantes- S-sólo hay que verlo, tiene tu nariz, tus labios…-comenzó a derramar lágrimas- tiene mi… mi…-apretó los puños con fuerza y lloró amargamente-No tiene nada de mi…
(CRISTIAN)
No quería que esto pasase así. Nico no tendría que haberse enterado, al menos no por mí y de esa forma. Silvia tendría que habérselo dicho, con calma, cuándo estuviese preparada para ello. Me da algo de pena todo esto. Nico estaba tan ilusionado con Iván…
Pero tampoco puedo negar la emoción que me provoca ser su padre y encima siendo hijo de Silvia. Un hijo mío y de Silvia…
Sonreí tontamente y me senté al final de la escalera. Alcé la vista y vi mi álbum de fotos en el recibidor. Me levanté y me acerqué a él.
Acaricié su tapa y abrí el álbum por la mitad. Sonreí al ver a Álvaro, salía con sus rizos dorados ondeando al viento. Con la equipación del FCB (Fútbol Club Barcelona/ Barcelona/ Barça) y un balón debajo del brazo. Estaba sonriente, con alguna que otra marca de hierba en la cara y en la ropa.
Una lágrima cayó sobre la foto y la limpié inmediatamente.
Álvaro… cómo lo echo de menos, mi hermano gemelo, siempre representó un gran apoyo para mí, desde que él se fue, por culpa de la maldita leucemia, nada volvió a ser lo mismo para mí. Me convertí en un pasota, en un rompe corazones, jugando con cuanta mujer se me pasaba por delante. Hasta que Silvia me sacó de ese mundo con su belleza, su carácter propio y simple derritió mi resistencia a la vida feliz. Y ahora lo soy, por mucho que ella no esté enamorada de mí, lo soy…
Porque tengo a mi hijo, que es como tener a mi hermano por su gran parecido. Y… tal vez… si Silvia y Nico no vuelven a estar juntos… podría llegar a tener una oportunidad con ella.
(CRISTINA)
Acuné a Iván, estaba intranquilo, no dejaba de llorar y moverse entre mis brazos. Tal vez tenga hambre, o eche de menos a Silvia. Supongo que ambas opciones no están a mi alcance, ni le puedo dar leche ni le puedo traer a Silvia porque, verdaderamente, no sé dónde está.
-Fer ¿Has visto a Silvia?-le pregunté cuándo salió de la cocina con varias botellas de refrescos.
Colocó las botellas sobre la mesa y negó. Suspiré. ¿Qué puedo hacer para calmar a Iván si no sé nada de bebés?
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Embarazada a los 16 (Editando...)
Fiksi RemajaSilvia, una chica estudiosa, tranquila y a la vista muy seria, se derrumba cuándo su novio Greg, sólo juega con ella. Después de eso, cambia completamente, mantiene sus buenas notas pero su personalidad es de arrogancia, pasotismo, rebeldía y jugar...