*Capítulo 38: La vida que no era vida*
-¿Mami?-musitó Iván acercándose a la camilla de su madre.
Silvia abrió los ojos poco a poco y apretó los ojos. La imagen que estaba enfrente de ella era realmente difusa, no reconocía nada, sólo un color amarillo, bueno, más bien dorado, delante de ella, pero nada más.
Parpadeó efusivamente, con el corazón realmente acelerado. Al recordar las palabras “mami” de la voz de Iván, su hijo.
Sí, lo reconocía, siempre lo había hecho. Desde que lo escuchó hablándole por primera vez, gravó cada una de sus palabras en su mente.
Alzó la mano como pudo y acarició la suave piel de su hijo… su niño… su consentido, su orgullo y alegría, estaba ahí, con ella, podía verlo, tocarlo, hablarle, y no era un sueño, era real, al fin sería feliz, teniendo a Iván de nuevo.
(CRISTINA)
Solté una carcajada y besé rápidamente a Fer.
-¡Oh vamos no hablas en serio!-repliqué alucinando.
-¡Te juro que es verdad! Cuándo Nico y yo pasamos por ahí, no sé por qué razón una chica loca se nos echó encima tachándonos de famosos. Parece ser que dentro del teatro había una reunión de fans de… ¡bueno, que no sé quieres eran! Pero nos confundió por detrás y casi nos comemos la acerca del golpazo que nos dimos-ambos comenzamos a reír de nuevo y suspiré.
-Cómo me gustaría que Silvia estuviese aquí para oír todo lo que ha pasado estos años…-se me aguaron los ojos pensando en ella. A pesar de las constantes visitas que le hacía, mi tristeza de saber que ella en realidad está muy lejos de mí me duele, ya paso de pensar que es mi mejor amiga. Definitivamente, ella es mi hermana, una de las pocas personas por las cuales lo dejaría todo…
-No te pongas triste pequeña…-Fer me miró afligido y me abrazó-Sé que Silvia despertará, no pierdo la fe, ninguno de nosotros la ha perdido nunca, ni siquiera el pequeño Iván. Él más que nadie vela el profundo sueño de su madre…-asentí en su pecho y lo miré, tragándome las lágrimas que amenazaban por salir de mis ojos-¿Qué te parece si vamos a ver a Silvia y luego vamos a pasear con Iván?
Abrí mucho los ojos al oírlo decir eso. ¡No hay nada que me pudiese hacer más feliz! Ya hace un par de días que no veo a mi sobri y verlo me haría muy bien… Además hace una semana que no voy con mi hermanita… Es verdad que me duele verla así, pero no es excusa, y mucho menos el día de hoy… ¡Estoy por apostar que cómo todos los años, nos encontraremos con Cristian y Iván en el hospital!
-¡Sí! Es una gran idea, vamos, necesito ver a Silvia y saber… que está bien, dentro de lo que cabe-sonreí y él se levantó tendiéndome la mano.
-Vamos.
(VIVIANA)
Llevaba una media hora mirando la preciosa carita dormida de Carla. Puede que Mark no lo piense, pero realmente la quiero, la adoro, es solo que… antes de hacerle daño como a Karina, prefiero no mezclarme mucho con ella. También es cierto que no me agrada demasiado estar atada a Mark, ser libre siempre… era mi objetivo hace tres años, a pesar de que estaba embarazada, seguía creyendo que un bebé no me frenaría, pero ha sido todo lo contrario.
-¿Mami?-musitó levantándose de la cama y apoyándose en los barrotes que le pusimos para evitar que cayese al girar mientras duerme.
-Estoy aquí cariño-musité dudando de mí misma, ¿y si me rechaza? Jamás me he acercado a ella como madre…
-¿Qué haces aquí? ¿Y papi?-encendió la luz y miró en todas direcciones.
La miré completamente muda. Me rechaza, lo sabía, ¿Qué podía esperarme de una niña de tres años? Obviamente, si nunca la he tratado cariñosamente, no puedo pretender que ella sí lo sea conmigo. Pero es que duele, sí me duele, a mi a la “mujer libre” que siempre quise ser, ahora quiere a su hija, y no la tiene. Genial. Mark tenía razón, de verdad, Carla cree que no es importante para mí.
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Embarazada a los 16 (Editando...)
Teen FictionSilvia, una chica estudiosa, tranquila y a la vista muy seria, se derrumba cuándo su novio Greg, sólo juega con ella. Después de eso, cambia completamente, mantiene sus buenas notas pero su personalidad es de arrogancia, pasotismo, rebeldía y jugar...