Embarazada a los 16 (Editando...)

Capítulo 6: Te estaré esperando; eres mi comienzo... (EDITADO)

 

 

(SILVIA)                                                                   

     Ya van tres semanas de embarazo en las que llevo evitando al padre de mi hijo ¿Estaré haciendo bien? Cada vez estoy menos segura de ello, él me mira, lo sé, busca una respuesta a aquella pregunta formulada en el hospital, respuesta que yo no he respondido

      ¡Pero qué hacer si son tan parecidos! Cuándo Nico me mira, es cómo si lo estuviese haciendo Greg, sencillamente no puedo con eso, verlo es cómo una punzada para mi corazón y no hay nada que nacer con ello…

     —Bebé ¡Ayúdame! ¿Lo intento con tu papá o no? —musité cómo una tonta, levantándome la blusa y dejando mi barriga al aire, lo mismo que mi cordura—Nada… Umm ¿a esta edad y ya pasas de tu mamá? ¡Muy, muy mal!

     Suspiré. No gano nada hablando con mi bebé y menos aún dándole vueltas y más vueltas al asunto…

     —¿Qué haces? —preguntó  Cristian mirándome el ombligo y luego a mí como si estuviese loca

     —¿Eh? N-nada, estaba…  Es que tengo mucho calor…—le dije intentando cambiar de tema.

      Él rió y se sentó a mi lado, bajo la sombra del árbol, estamos en octubre y aún hace algo de calor, curioso…

     —La próxima vez que me intentes mentir inventa una excusa mejor—me guiñó un ojo y me encogí de hombros ¿para qué negarlo? Esta vez, no he estado muy aguda mintiendo —Aunque, no me extraña que no me digas lo que estabas haciendo-alcé una ceja- Vamos, ponte en mi lugar. Ves a un chico con la camiseta levantada enseñando el ombligo, solo, bajo la sombra de un árbol es algo extraño ¿no crees?

     Le sonreí  ¡Claro que es extraño pero no le voy a dar el gusto!

     —Ahora me toca a mí hacerte una pregunta—dije con media sonrisa.

     Me miró intrigado.

     —Dispara.

     — Pues a ver… ¿Qué harías si una chica que está enamorada de ti te dice que si no la aceptas se va a suicidar? Pero tú,  no sabes si aceptarla porque te recuerda a alguien que te ha hecho mucho daño—Sonreí despreocupadamente.

      Creo que es una buena forma de saber la opinión de una persona sobre mi situación.

     —¡Me iría! Lejos, muy lejos dónde está loca psicópata no me pudiese encontrar jamás—soltó dramáticamente.

     Estallé en carcajadas y le di un leve codazo en el hombro.

     —¡No me refería a eso idiota! —le reproché algo más seria—¿La aceptarías o no? Recuerda que su vida depende de tu decisión…

     —Pues… —se quedó pensativo unos segundos—Si te digo la verdad… no sé,  pero creo que la aceptaría, prefiero probar una relación, aunque luego salga mal, que cargar con la muerte o infelicidad de alguien a mis espaldas…

     —Ya veo…

     ¿Entonces debería aceptar a Nico? Bueno, ahora que lo pienso, él no ha sido el que me traicionó, sino su primo, no debería condenarlo  por lo que otro ha hecho, además está mi hijo de por medio…

     ¡Sí!

     Hablaría con Nico hoy mismo, había que intentarlo al menos, así, cuándo les dé la noticia a mis padres, la noticia no será tan fuerte, después de todo Nico tiene diecinueve años  y yo voy  a hacer  diecisiete en diciembre. No somos tan exageradamente jóvenes, podremos arreglárnoslas.