Embarazada a los 16 (Editando...)

Capítulo 41: ... la tempestad ha llegado a su fin

*Capítulo 41: … la tempestad ha llegado a su fin*

 

(SILVIA)

 

Nos encontrábamos todos en la habitación. Bueno, todos menos Nico. La verdad es que no acabo de entender por qué él, precisamente él no está aquí.

A lo mejor debería preocuparme, tal vez ha ocurrido algo. Porque a decir verdad, los rostros de los chicos están un tanto serios. Estoy segura de que ellos saben algo.

-Esto…-todos me miraron-¿Vosotros sabéis algo de Nico? Es decir, es el único que no está aquí. Y por alguna razón habéis entrado todos aquí ¿no?

Greg dio un paso al frente.

-Lo vimos hace un rato, fue a la cafetería a decirnos que viniésemos  y que él aparecería en seguida, es extraño que no haya llegado aún.

-¡Es una sorpresa!-soltó Iván emocionado.

-¿Una sorpresa?-lo miré dubitativa y él asintió.

-Ahora que lo mencionas… Nico se veía bastante contento, cómo si tuviese algo entre manos-Fer sonrió tranquilizadoramente y posó un beso en la cabellera rubia de Cris.

-Bueno, al menos ahora sé que no debo preocuparme-sonreí y miré a Cristian-Te ves ausente, ¿estás bien?

Estaba sentado en la única silla de la habitación, con Iván sobre su regazo. Mantenía la mirada sobre las pequeñas manos de nuestro hijo, como si algo no estuviese bien.

-Sí, no te preocupes. Sólo estoy un poco ansioso, Karina ya debería haberme llamado hace un rato y se está retrasando.

Lo miré extrañada. ¿Karina?

Medité un rato, tratando de recordar que pintaba mi prima en todo esto.

¡Claro!

Ella… es la actual novia de Cristian. Y la que cuidó a Iván por mí estos años. Tengo mucho que agradecerle en cuánto la vez, y también decirle que me dé todas las cosas de Iván. Es completamente natural que sepa que mi hijo se vendrá a vivir conmigo. Es algo que tengo que comentar con ella y con Cristian, incluso con el mismísimo Iván. Aunque no creo que les moleste. Es mi hijo, solamente quiero pasar la mayoría del tiempo a su lado, conocerlo, disfrutar de él… ¡Vamos! Lo normal.

-Disculpadme un momento, voy al baño-dije pensativa.

-Espera que te ayudo-se ofreció Greg con una sonrisa, prestándose de apoyo para que pudiese bajar de la camilla.

-Gracias-le sonreí  y di un paso al frente.

Me tambaleé un poco, mi sentido del equilibrio aún estaba dormido, pero ya era hora de despertarlo.

Estaba descalza pero la verdad, me importaba muy poco. El suelo estaba un tanto frío pero era agradable.

La verdad es que me he perdido muchas cosas estos años, y a pesar de que estoy al tanto de todas ellas, creo me tardaré en acostumbrarme a todos esos cambios. Tendré que mantenerme fuerte a partir de ahora, para volver a entrar a mi vida de antes y encontrar un hueco en ella. Porque aunque soy la misma, sé que he cambiado radicalmente, nada es lo mismo.

(NICO)

Y ahí estaba yo, callado, sin saber que decir, con el padre de la mujer que amo tratando de impedir que seamos felices juntos.