(NICO)
¡Se fue! ¡No me lo puedo creer!
Me olvidé de todo y todos a mí alrededor y me eché a correr para salir a buscarla.
—¿Adónde te crees que vas?—soltó su padre, aún lleno de ira.
¿Es que no entiende que su hija se ha ido, llorando, estando embarazada y con la noche a punto de cernirse sobre ella? Y lo peor… ¿Qué cualquier persona pude hacerle algo a estas horas?
—¿Qué adónde voy? —musité irónicamente, frenando en seco—Mire señor, no quiero parecer grosero pero no me parece bien lo que está haciendo con su hija. A fin de cuentas, ella no ha tenido la culpa de nada. Y sí, lo sé, es muy joven pare ser madre, tal vez, en vez de cuidar a un bebé, lo que ella necesita es que la cuiden, pero cuando vi su cara cuándo el doctor le dio la noticia. Todo me dejó clarísimo que no me he equivocado al amarla, me di cuenta de que ella es un tesoro que pocas personas tienen el privilegio de poseer y de cuan afortunado soy de poder tener una sola oportunidad con ella. Y siento decirle esto, pero usted también debería estar muy orgulloso de ella. Porque ella, ha tenido el valor de afrontar su embarazo con la idea de criar a nuestro bebé, de no considerar siquiera la posibilidad de abortar, de decirles la verdad a ustedes dos. Así que, si me disculpan—repartí una mirada por toda la sala—me voy a buscar a la mujer que amo para consolarla y ayudarla en todo lo que necesite, además de brindarle mi protección, a ella y a nuestro hijo.
Vi cómo la nana de Silvia se echó llorar de la emoción. Niove no dejaba de mirarme, vi un atisbo de admiración en su mirada. Adolfo, estaba completamente boquiabierto con todo lo que le solté, pero no me importó, debo encontrar a Silvia.
¡Tengo que hacerlo!
(SILVIA)
Se colocó enfrente de mí con una amplia sonrisa, me miró de arriba abajo con esos ojos que ahora que los miro de cerca ¡no tienen nada que ver con los de Nico!
Fui una tonta por no haberme dado cuenta antes, Nico, no es Greg, ni se le parece. ¡Tan sólo comparten el color de ojos! Esos ojos que un día amé en Greg y que ahora me producen asco…
—Hola preciosa ¿qué haces aquí llorando y a estas horas? —preguntó tendiéndome tendiéndome la mano, la aparté bruscamente.
—¡No te me acerques! —rugí secándome las lágrimas de golpe y mirándolo con todo el desprecio que mi ser me proporcionaba.
Él sonrió, el nudo de mi estómago creció considerablemente.
—Ya me habían contado todos los cambios en ti, también de tus hazañas… ¡No sabes qué pena que yo no esté por allí cerca…—curvó su sonrisa.
No lo soporté más, le escupí en media cara.
Sonreí de medio lado.
—Sigues siendo una basura…— negué con la cabeza.
Él se limpió el escupitajo y me miró muy enfadado.
—¡Dichosa cría! —bramó agarrándome por ambas muñecas y pegándome a la pared bruscamente, sonreí de medio lado.
—A ver, ¿qué me vas a hacer? ¿Me vas a pegar? ¡Porque te advierto que es lo único que te falta por hacerme!—le grité, posé una fuerte patada en su entrepierna y escapé de su agarre.
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Embarazada a los 16 (Editando...)
Teen FictionSilvia, una chica estudiosa, tranquila y a la vista muy seria, se derrumba cuándo su novio Greg, sólo juega con ella. Después de eso, cambia completamente, mantiene sus buenas notas pero su personalidad es de arrogancia, pasotismo, rebeldía y jugar...