Embarazada a los 16 (Editando...)

Capítulo 2: ¿Qué estoy haciendo? (EDITADO)

 

 

(SILVIA)

     Avanzábamos a unavelocidad considerable  por la carretera de camino al pub, entre más nos acercábamos, más y más gente —principalmente adolescentes y menores de veinticinco—se veía por las calles.

     La mano de Cristian se posó sobre mi pierna y sonreí de medio lado, no me molesta en absoluto, total…

     —¿Quieres ir ya al pub o…? ¿Prefieres hacer otro tipo de “cosas”? —me dijo con una sonrisa pícara en el rostro.

     Frenó en un semáforo en rojo, lo agarré por el cuello y lo atraje hacia mí mientras me mordía el labio inferior, sentí una sonrisa suya sobre mis labios mientras lo besaba, parecía complacido, sé que alguna gente puede pensar que soy… ¿muy....? Bueno mejor no lo digo, pero he de añadir que ser mujer de un solo hombre y que este, sólo te haya engañando y que además, se haya llevado tu virginidad de por medio tampoco es lo mejor. ¿Si la gente me entiende? Bien ¿Y si no? ¡Pues bien por ellos! Que sigan viviendo en un mundo machista en el que sólo los hombres pueden hacer lo que les da la gana. Además, son los chicos los que me buscan, no yo  a ellos así que…

     —Cómo quieras—respondí  coqueta—¿Qué prefieres?—le pregunté de manera inocente, aunque la respuesta es bastante obvia.

      Cristian sonrió de medio lado y cuándo el semáforo se puso en verde, dio la vuelta y se encaminó hacia el que supuse que sería su apartamento.

(CRISTIAN)

     ¡Ya está! Lo he conseguido y con nota. Me llevo a la cama a la tía que está más buena de toda la universidad. Pero bueno, ella tampoco se puede quejar, todas quedan satisfechas conmigo, o eso me dicen cuándo… En fin cuando “eso”.

     Aparqué con rapidez debajo de mi apartamento y la conduje hasta mi piso. Estaba impaciente, yo no me creo eso de que estás con ella y no la puedes olvidar desde entonces, imposible… en tal caso, ella no me olvidará a mí…

(SILVIA)

     El apartamento se veía grande, estaba bien colocado y ordenado asique probablemente Cristian tenía una señora de la limpieza, lo digo más que nada, no me lo imagino limpiando alguna cosa…

     En fin, eso no es lo importante, quiero acabar con esto de una vez por todas. Lo seguí hasta la que seguramente sería su habitación. Tenía una cama de matrimonio enorme con colchas azul turquesa,  las paredes estaban pintadas de un azul que parece blanco a simple vista dejando a la cama como la protagonista de decoración.

      Me sonrió un me agarró de la cintura atrayéndome hacia la cama con desesperación. Le sonreí antes de clavarle un beso salvaje y profundo que lo hizo lanzarme sobre la cama, de forma delicada pero rebelde…

(NICO)

     Ya pasaban de las doce y ni rastro de Silvia y Cristian, me estaba empezando a poner nervioso, tanta tía molestándome y con Alberto mirándome indiscretamente de vez en cuando para ver cómo estaba, cada vez se me pasaban más lentos los minutos. Miles de ideas me pasaban por la cabeza sobre lo que estarían haciendo aquellos dos, y por mucho que me lo niegue a mí mismo, sé la respuesta mejor que nadie.