Embarazada a los 16 (Editando...)

Capítulo 16: ¿Es que mi pasado me persigue?

*Capítulo 16: ¿Es que mi pasado me persigue?*

 

(SILVIA)

Estaba con Nico, juntos, de la mano, paseando por mi amado porque, todo iba sobre ruedas en nuestra relación. Cada día que pasaba iba mejor. Nunca nos peleábamos, o, al menos por asuntos verdaderamente importantes, porque, obviamente teníamos algún que otro pique. ¡Pero una relación sin peleas no es divertida! ¿Verdad? Espero no tener que preocuparme por ello nunca… La verdad, tenía que reconocer que tenía un mal presentimiento, desde que Nico me llamó diciéndome que me iba a invitar a dar una vuelta por el parque… un pálpito terrible comenzó a rondar por mi cabeza. Y lo peor ¡No sabía por qué era! No sé si fue por el embarazo pero me sentí fría, pádida, esa sensación que te da cuándo crees que te vas a caer allí mismo.

-¡¡¡Nico!!!-gritó una voz fastidiosamente conocida por detrás de nosotros, me sobresalté ¿Qué demonios? La mano de Nico me soltó y se giró.

Todo pasó a cámara lenta me fui dando la vuelta poco a poco y mi corazón se salió de mi pecho, todo parecía un sueño, miles de puntitos negros comenzaron a nublarme la vista, la cordura y la razón. Me acerqué a la zorra de Isabel que estaba abrazando a Nico MÍ Nico. Una rabia estaba por mis venas, un odio salía por mis ojos a la vez que me acerba a  ellos dos. Los separé de su “profundo” abrazo y le propiné un bofetón a Isabel con todas mis fuerzas, con todos mis años de sufrimiento por su culpa, con todas las lágrimas derramadas en el pasado. Nico me miró con los ojos desorbitados, Isabel me miró con ira y luego su expresión cambió al desconcierto.

-¿S-silvia?-dijo mirándome de arriba abajo, con los ojos como platos. << ¡Sí querida, yo soy tu monstruo, tu creación!-pensé con unas sonrisa maliciosa. >>

Alcé la mano de nuevo para pegarle, estaba ciega de ira contenida, de ira que en años ha estado albergando en mi corazón y que jamás había sacado, pero una fuerza superior a la mía me frenó.

-¿Se puede saber que estás haciendo?-rugió Nico enfadado.

Me apartó del medio y ayudó a Isabel a levantarse del suelo con delicadeza, acariciando su mejilla y preguntándole muy seguidamente “¿Estás bien?” Ahora era yo la que estaba desconcertada ¿Nico? ¿Este era mí Nico? Un nudo se formó en mi garganta ¡No puede ser! ¡Él la defiende! La pone a ella por encima de mí. Las lágrimas que se estaba formando en mis ojos se esfumaron por completo ¡Ahora sí que estaba fuera de control! Aparté a Nico con todas mis fuerzas y comencé a pegarle a Isabel sin control, por todas partes, ella estaba debajo de mí, sin poder defenderse, sólo intentaba cubrirse la cara con los brazos, le clavé las uñas en su mejilla derecha haciendo que gotas de sangre saliesen de su cara. Comencé a reír sin control alguno.

-¿Curioso no? No sabía que las ZORRAS cómo tú podían sangrar-ella me miraba con pavor, lo cual aumentaba mi ego-A ver a ver… ¿por dónde más puedo sacar más sangre? ¿Qué tal…?-dije apuntando a sus brazos-¿Por aquí?-dije acercando mis uñas a su blanca piel.

Se la veía paralizada, sin saber qué hacer. De hecho ¡No había nada que pudiese hacer! Mi demonio interior había despertado y nadie (o al menos ella no) podría pararlo hasta que su ira fuese aplacada. Me sentí fuerte, en éxtasis, su miedo alimentaba mi venganza ¡Y lo que le quedaba por vivir aún!

-¡SILVIA YA BASTA!-oí la voz de Nico a lo lejos, todo estaba centrado en ella y yo, nadie más cabía en mis pensamientos-¡BASTA!-dijo mientras me agarraba de las muñecas hacia atrás, atándolas a mi espalda, dejándome inmovilizada.

-¡¡DÉJAME!!-grité intentando soltarme, parecía una verdadera loca, una psicópata, pero me daba igual ¡Ya le había dicho a Nico el día de mi cumpleaños lo que haría cómo una tipa de estas se intentara meter con él! Y conociendo a Isabel, si estuvo con Greg ¿Por qué no con el primo?