Embarazada a los 16 (Editando...)

Capítulo 13: ¡Ðĭęċíšĩĕţė!*

*Capítulo 13: ¡Ðĭęċíšĩĕţė!*

 

(SILVIA)

¡Estaba feliz! Iba a  cumplir mis diecisiete de una forma que no esperaba ¡Embarazada, con novio, con mi ex novio cerca de mí, lejos de mis padres y con Cristian de mejor amigo! Pero, en fin… ¡La felicidad llega sola y la mía estaba al 100%! Lo tenía todo salvo el apoyo de mis padres, pero tener a todos mis amigos a mi lado ayudándome en todo, disminuye mi falta de amor paternal (que para eso tenía a mi manito Fer) y maternal (que para eso tenía Cris para dar y tomar). Supuestamente me tenían una sorpresa pero ni idea de que podía ser. Para mí, bastaba que mi bebé se estuviese haciendo presente porque… ¡Ya se me nota algo de barriga! Por fin… me siento plena, a pesar de mi corta edad, mi bebé estaba en perfectas condiciones. Tenía entendido que a estas edades, cómo el útero de la madre no está preparado para albergar un bebé, este podría sufrir malformaciones o cualquier tipo de enfermedad pero nada ¡Mi pequeñín está perfectamente!

Corrí a coger el móvil, buff, no había dejado de sonar esta mañana. Otro mensaje, a ver…

                                                                                                                                  

“Felicidades hermosa, a ver si nos vemos en persona para felicitarte… como Dios manda… ;)

Att: Suso”

¡Vaya! Esta mañana me estaban llegando mensajes de todo Dios, y ni siquiera sé quiénes son la mayoría, en fin…

 

“¡Gracias! Nos vemos ^^”-le contesté sin más ¿Qué le podía poner a alguien que no conozco, o al menos, que no reconozco?

Solté el móvil y me tiré en la cama, nada de los chicos, me estaba poniendo nerviosa. Además Cris no estaba en casa porque tenía que hacer no sé qué cosa con Fer, ¡Qué día! Todo el mundo me felicita menos mis amigos, ni es pesado de Greg me había llamado… ¡Pero nada iba a arruinar este día! ¡Estaba feliz e iba a seguir estándolo!

Alguien llamó a la puerta, salté de la cama para ir a abrir con la esperanza de que fuese Nico. Pero no…

-¿Es usted Silvia Torres Landa?-me preguntó un chico con pinta de repartidor, vestido con un mono y gorra azul oscuro sus grandes ojos verdes resaltaban en su vestimenta. Era bastante guapo pero algo mayor para mí.

-Sí, soy yo-dije algo decepcionada. El repartidor asintió, y tras hacerme firmar un papel de entrega. Fue a buscar algo a su camión de repartos, no sin antes decirme que cerrase los ojos ¿De qué iba todo aquello?

-Puede abrirlos ya-me dijo, abrí los ojos lentamente para quedarme completamente sorprendida ¡era un ramo de flores enorme! Con diecisiete rosas violetas adornadas con pequeños ramilletes de plantas verdes y  un envoltorio trasparente con dibujitos fucsias, un lazo del mismo color y montones de serpentinas violetas y blancas alrededor de las rosas-¡Felicidades señorita!

-G-racias-dije son los ojos llenos de lágrimas, aunque aún no sabía quién me las había enviado…

Me senté en el sofá y abrí la tarjetita que tenía el ramo pegado al envoltorio con una pinza de un perrito beige. ¡Me encantan los perros! Pero aquí no puedo tener ninguno… En fin abrí la tarjeta y leí en voz alta.