Los rayos cegadores del medio día se cuelan por las blancas cortinas del cuarto dando paso a un radiante sábado. Lia quiere levantarse a cerrar de golpe las persianas, pero apenas abre los ojos un dolor fuertísimo de cabeza la ataca.
Al fijarse en la posición en la que está entra en pánico. No puede creer lo aferrado que está su cuerpo al de la chica que duerme a su lado con una sonrisa en el rostro; es más, ni siquiera cree posible que es Yuna quien está acostada junto a ella y tampoco el lugar en el que se encuentran.
- ¡Ay por Dios no!
- ¡Auch! ¿Qué pasa?
Yuna trata de componerse del golpe que le suelta Lia sin querer y la mira indignada.
- Así no se levanta a una reina.
- La reina de las estúpidas.
- La reina de las que te salvan el culo más bien.
- ¿Qué haces aquí? Por favor dime que tú y yo no...
- ¡Ya quisieras Juliana! –ríe-. Tú fuiste la que no me soltó en toda la noche. ¿Así duermes normalmente? Pobres de tus peluches.
- Recíclate Yuna, ¿dónde estamos?
- En casa de Ryujin. Me dijiste que no podías llegar ebria a tu rancho o le daría una embolia a tu mamá, así que...
- Gracias por tu consideración –dice sarcástica-.
- ¿Preferías quedarte a dormir en la calle? Porque ahí era donde Ryujin te iba a dejar de no haber sido por mí.
- Está bien –suspiró-. Lo siento, gracias por cuidarme.
- Siempre es un placer.
Lia se pone de pie frente al espejo del tocador. Mientras se acomoda su cabello en un moño, se da cuenta de lo que lleva puesto.
- Antes de que le digas algo a la pobre de Ryujin, fui yo la que te cambió de ropa.
- ¡Me viste desnuda!
- Te vi SEMI-desnuda –enfatiza-. A diferencia de Ryujin yo no disfruto de ver chicas en ropa interior. Aunque debo admitir que sí admiro la belleza femenina ¡Por Dios, míranos nada más! Todas las mujeres somos unas diosas.
- En eso concordamos –sonríe Lia -.
- A propósito ¿tú eres como Ryujin?
- Como Ryujin cómo.
- Más gay que Ellen Degeneress.
- No me gustan las etiquetas. Ni solo los hombres, ni solo las mujeres. Me gustan las personas.
- Típica frase de alguien que es más gay que Ellen Degeneress –ríe a carcajadas-. No es cierto Julieta, te estoy molestando. Y te entiendo perfectamente porque yo soy igual.
- Pero acabas de decir que...
- Never say never dijo Bieber mi ciela.
- Eres medio rara... pero me caes bien.
- Lo mismo digo.
- ¿El baño?
- Afuera en el pasillo, la puerta de color azul a la izquierda.
Lia se lava la cara en el baño. Justo antes de volver al cuarto de Ryujin algo llama su atención al final del pasillo. Suena como un pitido. El sonido de una máquina de pulso como las de los hospitales. Cuando se da cuenta ya está de pie en el umbral de la puerta.
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EN NOMBRE DEL AMOR // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)
RomanceMi pueblo caótico con personajes caóticos trae de nuevo una historia conmovedora y asombrosa para su deleite. Esta vez, una historia que nos enseña que los actos que se hacen en nombre del amor son los más puros y nobles. Que enriquecen el alma y el...