CAPÍTULO 53: LOS MONSTRUOS DE MI REALIDAD

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Ryujin estuvo sin pronunciar palabra por al menos tres días. Yeji está preocupada. Se levanta muy temprano y desaparece. Nadie sabe a dónde va. Vuelve tarde a dormir y así todos los días. Una mañana Yeji la sigue hasta la azotea del hospital y teme lo peor, aunque Ryujin lo único que hace es sentarse sobre los contenedores de aire acondicionado a admirar la vista en silencio.

Yeji no sabe ya qué más hacer para persuadir a Ryujin de que le cuente lo que le pasa. Lo que siente. Se le ocurre escabullirse en la oficina de la directora Wang con el fin de encontrar en el expediente de Ryujin un teléfono de contacto para avisar a alguna de sus amigas.

-       ¿Aquí conmigo, allá con quién?

-       ¿Eres Yuna?

-       Depende de quién pregunte.

-       Soy Yeji.

-       Entonces si soy –dice coqueta-.

-       Oye, tienes que venir a ver a Ryujin.

-       ¿Le pasó algo a mi amiga? –pregunta alarmada-.

-       Si, no. Es extraño. Tú, Picasso o la hippie tienen que venir a verla pronto porque yo ya no sé qué hacer con ella.

-       ¿Qué le pasó a Ryujin, Yeji?

-       No sé explicarte, es decir, está bien pero no está bien.

-       ¿Qué te inyectaste puta? No entiendo lo que me dices.

-       Ven al hospital y velo con tus propios ojos –cuelga-.

Yuna llega esa tarde en menos de lo que canta un gallo y Yeji ya la está esperando en el jardín. No hay saludos ni nada. La chica toma del brazo a Yuna arrastrándola hasta la azotea del hospital donde encuentran a Ryujin en la misma posición de siempre. Solo observando el paisaje.

-       ¿Ryujin? –llama Yuna-.

La pianista voltea a verla todavía en silencio y vuelve la mirada de nuevo. Yeji empuja a Yuna aún más cerca y esta se acerca con sigilo. Como con miedo de que cualquier paso en falso haga que su amiga salte al vacío.

-       Ryujin sabes que le tengo pavor a las alturas, no me hagas subir ahí.

Ryujin voltea a ver de nuevo a su amiga sin mover un músculo.

Con todo el miedo del mundo, Yuna trepa la pequeña escalera a un lado del contenedor llegando hasta su amiga y se sienta junto a ella. Yeji le desea suerte a Yuna con un gesto de manos y se va.

-       ¡Virgen santa por favor no me lleves todavía! –dice con la voz temblorosa intentando no mirar abajo-. Por favor bajémonos de aquí Ryujin.

-       Gracias por venir Yuna –habla la pelinegra por fin-.

-       La bruja está muy preocupada por ti. Dice que ya no hablas.

Ryujin voltea a verla y se encoge de hombros simplemente.

-       ¿Estás bien?

La chica asiente.

-       Escucha, ni Lee ni yo hemos podido venir porque estamos atareadas de exámenes y proyectos pero por fortuna pasado mañana quedaremos libres, se acaba el semestre oficialmente. En cuanto a Lia...

-       Entiendo.

-       ¿Qué te pasó Ryujin?

-       Son mis pesadillas Yuna. Se han vuelto más claras desde que una psiquiatra vino a verme el otro día –suspira nostálgica. Mientras habla, solo observa al frente al panorama-. Yo no quería ir a terapia, entonces la terapia vino a mí.

EN NOMBRE DEL AMOR // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora