CAPÍTULO 11: SENTIMIENTOS ENCONTRADOS

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Llegando a casa después de la discusión con su papá, Ryujin va a su terraza y como de costumbre cuando se enoja, empieza a golpear su saco de boxeo (esta vez sin guantes) Logrando hacerse daño. No le importa nada más que desquitarse.

Lia la ve cuando llega de casa de su amiga al ir a su propia terraza a bajar la ropa del tendedero. Su vecina está poseída por la ira lanzando puños y patadas a diestra y siniestra haciéndose daño. Así sigue un rato más hasta que rompe en llanto desplomándose en el suelo.

Shin Ryujin, la pesadilla de la CSU, su pesadilla, una mujer que se atrevía a caminar desnuda por los pasillos de la facultad con tanto orgullo estaba derrumbándose delante de sus ojos y Elizabeth se preguntaba por qué. ¿Qué podría ser tan grave en la vida de la pelicorta como para derrumbarse de esa manera tan desconsolada?

Lia siempre tuvo a Ryujin en el concepto de chica mala, egocéntrica y con el autoestima por las nubes; un orgullo inquebrantable y de apariencia fuerte que nunca vería llorar. Pero lo estaba viendo con sus propios ojos, estaba rota en pedazos. Añade a su lista de cualidades sobre Ryujin la de: "ser de las personas que se guarda todo hasta que explota, y al hacerlo, se aleja de todos para que no se den cuenta de su debilidad".

Piensa en dejarlo ser pero algo dentro de su corazón se conmueve al verla tan destruida. Tal vez necesita a alguien que la escuche, solo eso y ella puede hacerlo. Por eso, aun con el pánico que le tiene a las alturas, se arma de valor, salta a su balcón y espera paciente sobre el barandal hasta que la pelicorta baje; lo que le parece una eternidad.

-       Ryujin...

La chica de cabello negro da un brinco del susto llevándose la mano al pecho.

-       No es divertido ¿verdad? –ríe la artista-.

-       ¿Qué quieres? ¿Qué haces aquí?

-       Bueno yo... solo quería saber cómo estabas –dice apenada-.

-       Estoy muy bien ¿no me ves? –sonríe con sarcasmo-.

Se pasea por su habitación hasta su armario. Toma una toalla, shampoo y cosas del tocador sin prestar atención a la otra chica.

-       ¿Por qué tus amigos te hicieron eso?

-       No son mis amigos –sentencia-.

-       Vale. ¿Por qué te lo hicieron?

-       Por no cumplir el reto del juego. Tú y Yuna son las siguientes.

Saca del bolsillo aquel papel y se lo entrega.

¿Verdad o reto? Parece que no cumpliste. Ya sabes las consecuencias.

-       ¿Todo esto por un maldito juego? ¿Y Yuna por qué?

-       Porque nos encubrió.

-       ¡Están enfermos! ¿Cómo te fue con el director?

-       ¿Vienes a comprobar si me echaron? –se acerca amenazadora-. Pues te tengo malas noticias, solo me suspendieron dos semanas. Me vas a tener que aguantar hasta la graduación.

-       No me alegra para nada que te expulsen. Lo que hiciste fue valiente,  ¿cómo es que no te expulsaron por eso?

-       ¡Pues ya ves! Ser la hija del director tiene sus ventajas –sonríe con falsedad-.

-       La hija de... ¿eres la hija del director Abraham?

-       El director Shin puso los espermatozoides para que yo naciera, sí, pero mi papá no es.

EN NOMBRE DEL AMOR // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora