EN NOMBRE DEL AMOR // JINLIA // (RYUJIN+LIA ITZY)

CAPÍTULO 51: ¿QUÉ HAY DEL FUTURO?

Un mes entero sin ver a sus amigas. Un mes sin ver a Lia y sin saber nada de ella. Un mes limpiando los baños y demás instalaciones de Camino. Un mes superando sus problemas de adicción e ira. Un mes de seis que ya lleva en el lugar; en el que por su cuenta, tuvo que lidiar con sus demonios y los de su compañera para no caer. Para resistir.

Ryujin tiene una misión más que solo curarse ella. Ayudar a Yeji a superar sus adicciones, sus problemas psicológicos. Eso incluyendo mucho más que solo sostener su cabello cuando vomita; es cuidar sus pesadillas, estar pendiente de sus sudores y temblores, levantarla de los rincones en que se desmaya y desvelarse horas con ella en la enfermería. La pianista quiere ayudarla a terminar sus estudios y entrar a una carrera universitaria.

El sueño de Yeji es estudiar diseño de modas pero por los infortunios de su vida, ni el colegio ha podido terminar. A sus veinte años, lo único que sabe hacer es trepar muros como una profesional, robar y consumir drogas; eso aparte de dibujar diseños en su cuaderno cuando está aburrida y se permite soñar. Después de insistir un montón y, como es usual de Shin Ryujin, no aceptar un no por respuesta, dice que sí a su propuesta de terminar el colegio de manera rápida e inscribirse en la CSU en diseño.

-       ¡Hey bad girl! ¿Serás mi modelo?

-       Estoy en contra de todo eso de la ropa. Contamina.

-       ¿Ni para ayudar a tu amiga lo harías? –pide en un puchero-.

-       Dile a Lia o a Yuna, a ellas les encanta todo ese mundo. Yo paso.

-       A propósito de Lia y Yuna, ¿cómo las conociste y a la chica hippie?

-       Después de lo de Irene que nos fuimos a vivir a Cadsmorie, entré como profesora en la CSU y en el salón de castigos conocí a Yuna. Yo cuidaba ese día y ella estaba ahí por zafar una puerta y deslizarse por unas escaleras con los chicos de teatro –ríe-. Siempre me confundieron con una estudiante, así que no tuve problema en mezclarme. Chaeryeong era su mejor amiga pero no hablábamos mucho, yo me la pasaba con Yuna.

-       Le robaste su mejor amiga a la pobre.

-       La antigua Ryujin sí. Esta ya se disculpó.

-       ¿Y a la chica Picasso?

-       Entró a la universidad hace un año y medio, veíamos historia del arte juntas. Nos odiábamos. Nadie nunca se metió conmigo hasta que ella llegó, supongo que por eso me atraía de cierta forma. Su carácter, el hecho de que no le importara quién o qué fuera yo. Aparte resultamos siendo vecinas.

-       ¡No me jodas!

-       Culpa al destino o a quien quieras pero nuestros balcones están tan cerca que podemos saltar de uno al otro sin problema.

-       Romántico.

-       Lo era, sí –suspira con nostalgia-. Vivieron muchas personas en esa casa pero yo jamás confié en abrir mi ventana hasta que la odiosa lámpara de Lia me empezó a molestar, tuve que intervenir. El resto de la historia ya te lo sabes.

-       ¿Cómo están las cosas ahora?

-       No sé, la última vez discutimos.

Ha pasado una semana desde que terminó su castigo y ni Lia ni Yuna han ido a verla. Solo Chaeryeong. Ella no dio explicaciones de la ausencia de sus amigas más que: "Están ocupadas con los exámenes finales". Obvio que Ryujin le creía porque primero, la carrera de Yuna demandaba un montón de ensayos y reportes y segundo, la de Lia, un montón de obras y pinturas. Chaeryeong tiene un poco más de respiro aparte porque es una nerd.