—. Siento, que mi familia se está cayendo a pedazos. Mí marido no me cree, no cree que el hijo que estoy esperando sea de él —. Acaricio mi estómago, hace una semana recibí la noticia.
Yoko continúa escribiendo en su libreta.
—. ¿Y estás seguro de eso?, Digo, hace unas semanas atrás dijiste lo contrario. Ahora le dices que tendrás un hijo, que según yo no podría ser. No será Paul que le fuiste infiel con otro. No sería el primer matrimonio en el qué existe un amante.
—. ¡NO!, yo jamás le haría algo así, es el único. Sin embargo aún tengo miedo de que lo que pasó esa noche no haya sido producto de mi imaginación. Que de verdad, alguien me drogo, y sí es ese caso, sería una violación. De ser así no quiero tenerlo.
—. ¿Violación? Tu mismo dijiste que te abriste a él por gusto y no por obligación. ¡Así que deja de hacerte la víctima! Asume que tú responsabilidad en el acto. Asume lo puta que eres Paul.
Otro día le diría algo, pero ahora no. Estaba demasiado trastornado para decirle algo, tantas veces había escuchado esa palabra que comenzaba a creerlo.
—. Mira sí tú marido no se quiere a ser cargo busca a otro que sí lo haga, habrá muchos.
Tal ves sí era la solución, aunque quién amaría a una puta como Yo. A alguien que se acuesta con el primero que vea.
—. Recuerda que pronto tendrás que internarte, es urgente que así sea.
No recuerdo cuántas bebidas tomé, ni quien era el hombre con el que estaba, solo veía su mechón castaño moverse de arriba a bajo mientras me sostenía entre el lavamanos de ese asqueroso baño.
Sus manos me hacían recordar a John.
A mí John.
Pero luego Jack entro y lo único que supe es que me tomó de pelo arrastrándome hasta llegar al estacionamiento de aquel sitio.
—. De ví saberlo. ¡TODOS LO DECÍAN! No te cases con él, es una puta que volvió loco a su marido. Lo hará contigo también. ¡RESPONDE! — siseó, jalandome del pelo.
—. Sí, lo soy. — digo mirando su rostro.
Estoy seguro que quiere matarme pero ya no me importa.
—. Pues pudrete por qué John no va a crecer contigo.
Me levanté del piso tan rápido.
—. ¡NOO! ¡ÉL NO!
Jack me ignoro mientras se subía a su carro.
Necesitaba hacer algo, o el me lo quitaría.
Necesitaba a John.