Con su muerte, pude recuperar a mi hijo.
Solo servía a John, solo tenía que hacerle caso en todo y nadie sabría lo que hice.
Eso pensé, que tonto fuí.
A los tres días mi cara y el de John estaba impreso en los periodos, mi padre se sentí decepcionado. Mí madre no quería saber de mi. Mucho menos mi hermano, pero por más loco que sea no sentía remordimiento alguno. Tal vez eso me hacía un psicópata, igual que John. De eso venía la falta de empatía a otro ser humano. John decía que era una belleza asesina, tal vez así era.
Con el poco tiempo que teníamos empacamos nuestras cosas para huir, eso era todo. Huir al un lugar lejos de ahí y con nuevas identidades.
Pero antes de llegar un carro se interpuso entre aeropuerto y nosotros. Quién era, pues nada menos que Yoko, a punta de amenaza me llevo con el ella y su esposo, Anthony Cox, alguien digno de ser su marido.
Me ataron de pies y manos, a penas podía moverme.
Yoko sonreía igual que Anthony.
—. ¡Hay, bello Paul! Fue cierto, lo que dijo Yoko de tí, si que eres una belleza. Con esa carita, al fin podremos cumplir nuestras fantasías contigo.
Anthony acerco su nariz a mi cuello, oliendo mientras su mano acariciaba mis muslos.
—. Sabes lo que era verte en fotos, y no poderte besar, o caricias. ¡LO SABES! —. grito.
Apreté la soga.
—. Yoko, y yo estábamos tan obsesionados contigo. Ambos. Queríamos tenerte, pero luego se complico con el demente de tu ex esposo.
—. John es mi marido — conteste.
Yoko se acercó, aparte mi boca cuando trato de besarme.
Y solo logré que Anthony me besara.
Su lengua se movía bruscamente por mi boca.
Casi me ahoga, su boca no dejaba de besarme.
—. Él vendrá y lo lamentaran.
—. ¡A él! Sí puede ser. Pero antes disfrutaré de tí, tanto que terminarás agotado.
A eso se refería John, a qué solo yo atraía a lunáticos que solo se movían por mi cara y cuerpo. Anthony igual que Yoko se habían obsesionado conmigo, igual que John.
Cuántos más vendrían en el futuro, no lo sabía.Solo sabía que Anthony estaba besando mi cuello mientras que Yoko veian complacida el espectáculo que vendría.