Capitulo 2

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 Cynthia Powell se veía tan sexy sin ropa

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 Cynthia Powell se veía tan sexy sin ropa. Ella sabía que hacer para provocarme, desate mi corbata y agarre sus labios para darle un beso con frenesí. Se había convertido en mi amante luego de verla en una discoteca. Mis problemas de celos fueron la causa principal. Vivía enojado y estresado con mis propias emociones que a veces quería alguien que me entendiera sin juzgarme. Cynthia era excelente para éso, bonita y sexy entonces aprovecharíamos cuando su esposo se fuera para ir a verla. Sería tan rápido que cuándo llegaba estaba completamente desnuda.

  — ¡Ah, ah! John te extrañé — dijo Cynthia mientras se abría de piernas dandome espació para entrar.

  Mí pene palpito al ver su coño húmedo ¡Ay, Dios! Sus pliegues eran tan suaves. Y por un momento recordé a Paul que estaría arreglando la casa mientras me venía a tirar a otra mujer. Es qué de pensar que fuera al revés me hacía enfurecer de celos. Desprendí mi pantalón juntó con el bóxer y me incruste en ella. Rápido y rápido embestí mí dureza en su vagina, Cynthia era tan cachonda que le gustó que fuera agresivo con ella.

   Mí bombón era diferente en la actividad sexual. A él le gustaba ser tratado delicadamente, dulce y despació. Todas las noches me pedía antes de iniciar besarlo y no es qué no me gustará sin embargo no era mí fuerte ser romántico. A veces sólo quería destrozarle el trasero y que recordará una buena cogida. Cynthia llevó mis manos hacia sus senos y me hizo apretarlos. Sentí sus esponjosos senos en mis dedos y continúe penetrandola salvajemente.

  — ¡Ah! ¡Oh, Cynthia! —. Penetre su vagina más rápido.

  Cynthia rebotaba con cada embestida al igual que sus senos. Sentí mi pene arder por liberarse del temible orgasmos y antes de hacerlo dentro de ella. Salí y culmine en sus sábanas. Respiré agitado y con el sudor cubriendo mi piel. Antes de reponerme me alcé de la cama y empezé a vestirme.

  — No te vayas — Rogó pegando sus senos en mi espalda.

— No puedo. Tengo que irme — dije apartandola de manera grosera.

  Cynthia se enojo y de pronto me lanzó una cachetada tan cruda. Mi piel ardía por su golpe, pero ya lo veía venir. Ella era muy intensa cuando le decía que tenía qué volver con mi marido. Le dí la espalda ignorandola completamente y me puse la camisa sin abrochar y salí.

  —. ¡IMBÉCIL! ¡ALGÚN DÍA ME VOY HARTAR Y LE DIRÉ A TU MARIDO!

   Me pare a la mitad de pasillo y regresé para dejarle en claro su lugar en mí vida. Paul era todo, sin él moriría de amor. Era mi oxígeno y sería mi amor eterno. Una zorra no arruinaría mi matrimonio.

  —. ¡Te dejaré algo en claro! ¡TÚ! ¡No te vas atrever acercarte! ¡PORQUE, SÍ TE ACERCAS A MÍ MARIDO! ¡TE MATÓ! Me oyes, ¡TE MATÓ! — Tire de sus greñas rubias al finalizar.

 ¡Te dejaré algo en claro! ¡TÚ! ¡No te vas atrever acercarte! ¡PORQUE, SÍ TE ACERCAS A MÍ MARIDO! ¡TE MATÓ! Me oyes, ¡TE MATÓ! — Tire de sus greñas rubias al finalizar

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