Capitulo 5

703 55 40
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  Cynthia no me recibió tan bien de hecho me insultó antes de dejarme pasar a su casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  Cynthia no me recibió tan bien de hecho me insultó antes de dejarme pasar a su casa. Al parecer no le había agradado el trato que le dí la otra vez. Pero no tenía objeciones para no dejarme entrar. Ella requería de mí y yo de ella así de fácil. Una necesidad mutua y el ducto sería el sexo.

  Suspiré tensionado.

   —. Tuve un día horripilante.

  Cynthia fue al mini bar de su esposo y me sirvió un whisky con hielo. Después se sentó sobre mis piernas y me entrego el vaso de vidrio. Absorvi el líquido deprisa y con furia hierviendo dentro de mi piel. ¿Ese sería el precio a pagar? Por tener un marido tan hermoso. ¿Podría llegar a soportarlo?. Vivir entre preocupaciones y soportar a su familia entrometida. Que tan fácil sería si me hubiera casado con una fea y pobre al menos así no tendría que cuidarla a cada esquina en dónde fuera.

  — Te ves tensó, amor.— Cynthia me abrazo.

  —.Mi jodido suegrito fue de visita a invitarnos a su estúpida reunión. ¡Y TE DIGO, QUÉ! Estoy perdiendo el interés en fingir que me agrada sus parientes.

   Cynthia me escuchó atentan a mis emociones fuera de control.

  —. Sí yo fuera tu esposa haría lo que dictaras. Ese sería mi deber, ¿No? Hacerle caso a mi marido en todo. Deberías de ponérselo en claro a Paul. Que cuando tú dices algo se hacé.

  — ¿Gritarle? No sería demasiado.

  — No por qué eres el hombre de la casa o no lo eres ¿John?.

  — Si, pero Paul es muy bueno conmigo.

   — ¿Y qué? Acaso te agradece lo que haces por él. Lo mucho que lo amas y que cuidas de él. No verdad y sabes por qué. No me estrañaria que tuviera un amante.

   — ¡¿QUÉ?! ¡NOOO! — Me sobre salté y tiré a cynthia al piso.

   Deje el vaso sobre la mesita y me aliste para salir.

   — ¿Que harías? Si lo llegas a encontrar con otro, John. Sí ves que otro entra y sale de tu marido con pasión y él se lo permite.

— Lo mató.— dije sin duda.

   Cynthia se sorprendió.

  — Sí no es mío de nadíen va hacer.

  Apreté mis puños y me dirigí hacía la puerta con una idea en mente regresar a mi casa y ver sí su amante estaba ahí. 

 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Bon AppetitDonde viven las historias. Descúbrelo ahora