¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cynthia no me recibió tan bien de hecho me insultó antes de dejarme pasar a su casa. Al parecer no le había agradado el trato que le dí la otra vez. Pero no tenía objeciones para no dejarme entrar. Ella requería de mí y yo de ella así de fácil. Una necesidad mutua y el ducto sería el sexo.
Suspiré tensionado.
—. Tuve un día horripilante.
Cynthia fue al mini bar de su esposo y me sirvió un whisky con hielo. Después se sentó sobre mis piernas y me entrego el vaso de vidrio. Absorvi el líquido deprisa y con furia hierviendo dentro de mi piel. ¿Ese sería el precio a pagar? Por tener un marido tan hermoso. ¿Podría llegar a soportarlo?. Vivir entre preocupaciones y soportar a su familia entrometida. Que tan fácil sería si me hubiera casado con una fea y pobre al menos así no tendría que cuidarla a cada esquina en dónde fuera.
— Te ves tensó, amor.— Cynthia me abrazo.
—.Mi jodido suegrito fue de visita a invitarnos a su estúpida reunión. ¡Y TE DIGO, QUÉ! Estoy perdiendo el interés en fingir que me agrada sus parientes.
Cynthia me escuchó atentan a mis emociones fuera de control.
—. Sí yo fuera tu esposa haría lo que dictaras. Ese sería mi deber, ¿No? Hacerle caso a mi marido en todo. Deberías de ponérselo en claro a Paul. Que cuando tú dices algo se hacé.
— ¿Gritarle? No sería demasiado.
— No por qué eres el hombre de la casa o no lo eres ¿John?.
— Si, pero Paul es muy bueno conmigo.
— ¿Y qué? Acaso te agradece lo que haces por él. Lo mucho que lo amas y que cuidas de él. No verdad y sabes por qué. No me estrañaria que tuviera un amante.
— ¡¿QUÉ?! ¡NOOO! — Me sobre salté y tiré a cynthia al piso.
Deje el vaso sobre la mesita y me aliste para salir.
— ¿Que harías? Si lo llegas a encontrar con otro, John. Sí ves que otro entra y sale de tu marido con pasión y él se lo permite.
— Lo mató.— dije sin duda.
Cynthia se sorprendió.
— Sí no es mío de nadíen va hacer.
Apreté mis puños y me dirigí hacía la puerta con una idea en mente regresar a mi casa y ver sí su amante estaba ahí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.