𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 - Manjiro Sano -

13

| No te vayas |

- Entendido, me encargaré del objetivo, Kisaki.

- Bien, cuento contigo Laito. Necesito muerta a Otsuka Kanae.

- Cuenta con eso. Bien tengo que partir, el siguiente tren hacia Nigata sale en 30 minutos, tengo que apurarme, no vemos en otro momento.

Aquel misterioso hombre salió del edificio para seguido montarse en su moto y dirigirse a la estación de tren en Shibuya, dejando a Kisaki solo.

- Solo eres una piedra en mi camino Kanae. Estarás mejor muerta. - el de lentes salió del edificio mientras abentaba una foto de la chica a una pequeña hoguera.

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La familia Otsuka iba en carretera hacia la ciudad de Nigata, donde habían solicitado a los padres de las chicas a un trabajo de hospital de 1 semana, después se quedarían a vacacionar en la ciudad dos semanas más.

Por su parte, Kanae iba nerviosa, aquel día sería la pelea entre Valhalla y ToMan. Claramente estaba preocupada, Manjiro no quería pelear contra Baji eso estaba más que claro, pero temía que algo saliera mal, su corazón se lo decía.

- ¡Neesan! ¡Mira ese árbol! En Shibuya no hay de esos - Shinobu veía con ilusión aquel raro árbol de flores moradas, las cuales caían poco a poco por el cambio de estación.

- Es muy hermoso, bueno después de todo el morado es tu color favorito.

- Me conoces bien, aunque es una lástima que no estemos en temporada de árboles de Sakura, tenía ilusión en verlos - dijo la menor desilusionada.

- Prometo que vendremos cuando sea temporada, celebraremos que Kanae sale de secundaria y tú pasas a tercero - dijo su madre mientras volteaba a ver a sus hijas.

- ¡No me lo recuerdes! Aún no se a que Preparatoria voy a ir, es estresante. - respondió Kanae mientras tapaba su cara con sus manos.

- tranquila hija, te ayudaremos a elegir la mejor preparatoria. Bueno aunque Shinobu ya se nos adelantó en eso, no hija? - su padre vio a la menor quien se sonrojo ante ser descubierta.

- Vinimos a trabajo y vacacionar, no es momento para hablar de eso - se quejó la chica mientras volteaba a otro lado, haciendo que los demás soltaran una carcajada.

- Tienes razón, estás serán unas vacaciones inolvidables...

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Mientras tanto, Takemichi corría en dirección hacia la casa de ambas hermanas, teniendo la esperanza de que aún siguieran ahí.

- ¡¿Porque tenía que pasar esto?! No se suponía que Kanae moriría en navidad? Esto es una mierda - pensaba el chico mientras corría tan rápido como sus piernas le dejaban.

Doblo la última esquina y finalmente llegó a la casa de las chicas, frenando antes de chocar contra la puerta y empezar a tocar algo desesperado.

Un toque.
Dos toques.
Tres toques.
Cuatro toque.
Cinco toques.

Nada, nadie abría. Takemichi desesperado gritó el nombre de la chica. No quería aceptarlo, tenía que evitar a toda costa su muerte.