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| Cómplice |


2 meses después :

- Entonces... Ella es ¿Otsuka shinobu? - preguntó el chico viendo a la pelinegra salir de su casa.

- Si, la hermana menor de la novia de Mikey... Que piensas hacer?

- Ella nos servirá para acabar con el... Mikey se arrepentirá de sacarnos de la Toman. - sonrió con admiración al tener en mente su nuevo plan.

- De verdad que tienes una ideas descabelladas kisaki - con burla miraba a la Otsuka.

- Vamos hanma... Tenemos que planear nuestra siguiente jugada, alguien estará encantado de conocerla.

Ambos hombres caminarón hasta perderse en la obscuridad de aquel callejón.

~~~~~

La menor de la familia Otsuka caminaba hacia el super más cercano de su casa. Las compras normalmente eran realizadas por su hermana, pero con su actual estado era más complicado que pudiese realizar la labor.
Shinobu no tenía problemas con hacer ella las compras, haría todo lo que fuera para ayudar a su hermana.

- a ver... Necesito harina, huevo, pan integral, carne, arroz... ¿Llevare sopas instantaneas? - shinobu hechaba los productos a la canasta al par que iba leyendo la lista.

- llevare cerezas para Kanae, tal vez más tarde quiera hacer algún poste y quiera colocarle unas cuantas.

Fue caminando por todo el mercado hasta que llegó a su último producto que comprar, el cual desgraciadamente estaba en lo alto del estante.

- maldición... Es muy alto, ni en broma lo alcanzo - solo en este momento maldecia sus 1.51cm.

Miéntras veía el producto y analizaba que hacer, una segunda mano paso por su cabeza tomando justo el paquete de galletas.

- creo que querías esto - una ronca y grave voz sonó tras ella, haciendo que su piel se erizara.

Actuando lo más normal posible agarro las galletas y volteó hacia el dueño de la voz.
Un chico alto con unos ojos lilosos y pelo blanco la veía sin expresión alguna.

- te lo agradezco muchísimo, con permiso. - shinobu coloco las galletas en la canasta y empezó a caminar hasta la caja, teniendo en mente aquellos pares de aretes tan llamativos el chico.

- Son ¥3000 - la voz de la cajera la sacó des sus pensamientos.

Pagó rápidamente sus compras y camino lo más rápido hasta su casa, raramente recordando aún al chico de hace unos momentos. No le daba una muy buena impresión.

Mientras tanto, en un parque solitario, dos hermanos se encontraban viendo el atardecer. Las cosas últimamente no iban bien y eso estaba claro para el mayor.

- Últimamente las pandilla han estado más tranquilas no le crees? - el aire estaba tenso, la mirada del contrario no ayudaba mucho.

- Emma... Esto es la calma antes de la tormenta. Se que algo feo se aproxima, hasta entonces, no quiero que estés cerca de la Toman. Hablaré con Shinobu-Chan para que puedas estar con ella y con Kanae y no te sie tas sola. - sin voltear a verla seguía contemplando el atardecer.

Nadie lo sabía, pero en el fondo aquel rubio lloraba en silencio por no haber cuidado de su amada como debía. El corazón le dolía, no tenerla cerca era como no tener una parte de él, le dolía el verla y no poder besarla, no poder abrazarla y no poder decirle cuando la ama. El solo quería a Kanae junto a él.

𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 - Manjiro Sano - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora