𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 - Manjiro Sano -

00

¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐞𝐱𝐩𝐞𝐫𝐢𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐬𝐭𝐞, 𝐞𝐥 𝐝𝐞𝐬𝐞𝐨 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞𝐫𝐞𝐫 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧? ¿𝐀𝐮𝐧𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐨 𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐬𝐭𝐚𝐫á 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚? ¿𝐍𝐨?

𝐏𝐮𝐞𝐬 𝐲𝐨 𝐬𝐢, 𝐲 𝐞𝐬𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧... 𝐄𝐬 𝐊𝐚𝐧𝐚𝐞 𝐎𝐭𝐬𝐮𝐤𝐚.

__________☯__________

Nos apalearon fuerte mente, todo el dolor se desbordó, muy lentamente tambaleé, mientras tus hombros fuerte sujetaba. Tal como se a pronosticado, de pronto comenzó a llover, y dije que nuestras heridas prontamente iban a sanar.

Pero sé que eso no estuvo bien, aunque intente pelear no ganaré, fue tal la mentira que dolio, me simergí en lágrimas que que abundan en mi mente. Cuanto más hoy, los moretones brotarán de nuestra piel, lloraré... Lloraré, sacaré este corazón despierto, secando nuestras lagrima.

Y lucharé para no llegar a un mal final, no se porque, me acostumbré a que no pueda ser feliz, el dolor se impregnó en mi carne. Me levanto mientras, la lluvia cae sin parar, riéndome de mi aspecto tan banal. ¡Pues esa noche prometí...! ¡Que me iba a vengar por ti!

__________☯__________

| Tiempo atrás |

En una tarde lluviosa, cerca de un parque. Una niña de 12 años, caminaba en busca de su hermana menor. Habían salido a caminar como de costumbre después de la academia. En un descuido de la mayor, al haber ido a comprar unos dulces, perdió de vista a su hermana, motivo por el cual, ahora se encontraba buscándola en un callejón desolado y tenebroso.

A lo lejos, logró ver a la menor. Esta era rodeada por un grupo de chicos, que aparentaban ser unos cuantos años mayores a ellas. Con su reconocible calma y sonrisa, se acercó hasta ellos, colocándose a lado de su hermana.

- Hasta que por fin te encuentro. Me tenías preocupada, Shinobu. - habló la mayor. Su mirada viajo hasta el grupo de chicos que las miraban con una sonrisa egocéntrica.

- ¡Onee-San! Habías tardado mucho, decidí irte a buscar, pero estos tipos me acorralaron aquí - se quejó la menor mientras veía a los chicos con el ceño fruncido.

- Disculpen, ¿Tienen alguna situación con mi hermana menor? No me parece haberlos visto antes con ella. - la mirada de la mayor seguía siendo calmada y pacífica, al igual que su voz. A decir verdad, ella odia la violencia y los malos tratos. Cómo resultado, siempre se caracterizó por ser amable y calmada.

- Solo queremos pasar un buen rato con ella, pero con tu llegada, ¡Será como un premio doble! - mencionó unos de los chicos. En un intento agarrar a la mayor con su mano, un manotazo hacia esta hizo desviarlo.

-¡No toques a mi hermana con tu sucias manos!- la menor vio con desprecio al chico, generando a este un terrible enojo, haciendo que una vena se marcase en su frente.

- Pequeña zorra, ¿Con quién crees que estás tratando? - otro de los chicos que se encontraban ahí, intentó agarrarla, pero la mayor rápidamente la paso de tras de ella para protegerla.