| Comencemos de nuevo |
Pov Kanae:
Abro mis ojos con lentitud, la cegadora luz blanca impacta en mi, mientras que raros sonidos se escuchan a mi alrededor...
¿Dónde estoy?
¿Que me pasó?
¿Que hago aquí?
Quién... ¿Quién soy yo?
Siento como mi corazón empieza a latir con demasiada fuerza. No recuerdo nada, empiezo a sentir el miedo recorrer por mi ser.
Volteo a ver mi cuerpo, estoy vestida de blanco, y en mi brazo hay una aguja conectada, volteo a ver mi alrededor, la habitación es blanca y varios aparatos están conectados a mi.- ¿Que me pasó? ¿Porque estoy así? - jalo con algo de fuerza la aguja conectada a mi brazo... Mala idea.
El ruido de las máquinas alterarse empiezan a sonar por todo el lugar, miéntras mi brazo empieza a sangrar por montones, manchando toda la cama de aquel liquido carmesí.
Intento pararme pero mis piernas no funcionan... Más bien no sé cómo caminar. Ruedo por la camilla en la que me encontraba, logrando caer al suelo y golpear mi frente. Por dios eso dolió tanto.
Escucho rápidos pasos aproximarse a dónde estoy, trato de pararme, pero es inútil. Empiezo a arrastrarme por el suelo con el objetivo de esconderme. No sé dónde estoy ni con quién... No quiero que me hagan daño.Me escondo bajo la camilla, jalando varias sábanas de esta para que no puedan verme. Segundos después el ruido de la puerta siendo abierta me hace callar mi agitada respiración.
- La chica... No está... Dónde... ¡Doctor Otsuka! - la voz desesperada de una chica suena, mientras logró oír como sale gritando un nombre... Doctor? Que es un doctor?
Me mantengo aún bajo la camilla, nuevamente los pasos resuenan, pero esta vez son varios. La puerta vuele a abrirse.
- ¿Como que no está? - una voz más grave se suma a la plática - mierda... ¡¿Alguien la vio salir?! ¡Revisen los pasillos y otras habitaciones! No pudo ir tan lejos en su estado.
Muchos pasos empiezan a sonar por la habitación, dándome a entender que hay más de dos personas en ella.
- ¡¿Dónde está Kanae?! No la vi salir, me eh mantenido todo el rato afuera de la habitación y jamás salio.
- tranquilo Manjiro. Ya la estamos buscando, en su estado es imposible que fuera tan lejos, incluso hay probabilidades de que no recuerde el como caminar. - vuelve a sonar la misma voz de hace un momento.
- ¿Dónde está mi hermana? ¡¿Como pudo desaparecer?! ¡¿Dónde están las enfermeras?! No sé supone que deben de estar todo el rato pendiente a ella? - que extrano... Esa voz se me hace conocida... Pero no logro recordar de quien es.
- un momento...
Mi cuerpo empieza a temblar involuntariamente cuando veo que una chica se agacha para revisar bajo la camilla. Mis ojos conectan con los suyos... Un color morado profundo, a decir verdad muy bonito. La veo sorprenderse y soltar un suspiro de alivio.
Mi cuerpo tiembla... Pero no sé porque, no siento que ella quiera hacerme algo malo. Pero aún así... Tengo miedo.
- ¡Papá, está bajo la camilla! Ayúdame a sacarla de ahí ¡Su brazo está sangrando y su frente está roja! - grita miéntras intenta tomar mi mano, pero rápidamente la quito.
- No soy mala... No busco hacerte daño, solo quiero ayudarte. Puedes confiar en mí... Kanae.
¿Kanae? No quiero ir con ella. Pero algo en mi interior me dice que no está mintiendo... En verdad quiere ayudarme.
Lentamente estiró mi brazo sano hacia ella, el otro no lo puedo mover por el dolor. Toma mi mano de una manera gentil, como queriendo demostrar que no me lastimara.Poco a poco voy saliendo de abajo de la camilla, donde no tengo tiempo de reaccionar cuando aquella misma chica me abraza. Se siente... Tan cálido... Tan familiar.
- Maldición Kanae... Que buen susto me diste.
Sigo sin entender. A caso... Yo soy Kanae?
- Disculpa pero no sé quién eres.
La veo cambiar su cara a una nostálgica, pero aún así, ella está sonriendo.
- Lo se... Pero yo a ti sí te conozco. Ahora no podemos hablar de eso porque recién vas despertartando... Pero mi nombre es Otsuka Shinobu. Soy tu hermana menor. - me ayuda a levantar hasta sentarme en la camilla.
Un momento... Mi hermana menor? Tengo una hermana menor?
Noto como en la habitación hay más personas. Un señor con una bata blanca, un chico alto con un dragón en la cien, un chico con el cabello lila. Y por último un chico rubio con la mirada vacía.
Mis ojos se conectan con aquel rubio, mi corazón empieza a latir rápidamente en cuanto lo veo.
Narración omnisciente:
Shinobu vendaba en brazo lastimado de la chica. Cuando terminó, se percató que la mirada de su hermana estaba puesta en Mikey por lo que una irá se apoderó de ella. Aún con este estado, siempre la atención de Kanae estaba puesta en el.
Rápidamente Shinobu se colocó en frente de Kanae, tapándole la vista del rubio.
- Por ahora tienes que descansar Kanae-neesan, tu cerebro está procesando mucha información en este momento. Tienes que mantener reposo.
Cuando Kanae regreso la vista a dónde Mikey, se dio cuenta que el y los otros chicos ya no estaban.
- De acuerdo... Cual... Cual es tu nombre? - preguntó al hombre de bata, el cual se acercó
- Soy Otsuka T/P... Soy tu padre... Estoy... Tan feliz de que estés viva mi niña. - el hombre lloro miéntras abrazaba a la azabache.
Tímidamente y con algo de duda correspondió al abrazo. Dejándose llevar por esa calidez.
Mientras tanto, afuera del hospital, dos chicos estaban viendo a su amigo mirar perdido a la nada.
- Que va a pasar... Baji murió y Kanae ya no recuerda nada. Esto es un mierda. - hablo Mitsuya mientras afirmaba más sus manos al barandal.
- La Toman debe buscar un nuevo capitán... Y también tenemos que encargarnos de Kisaki... - Draken sobo el puente de su nariz, era claro el estrés.
- oe Mikey... Tu...
- mi prioridad es recuperar a Kanae. - interrumpió a Mitsuya.
- Pero también tenemos que ver lo de la ToMan...
- eso ya lo hablaré yo con Chifuyu. Por ahora recuperaré a Kanae... Ya no se como vivir sin ella. No importa si me toma años hacerlo, la esperaré el tiempo que sea necesario.
- Entiendo... Estamos contigo... Mikey.
Hací sean meses, años o toda una vida... Yo te esperare Kanae.
Tengan un excelente día/tarde/noche. 🌸❤️
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𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 - Manjiro Sano -
FanficKanae Otsuka, hija mayor del matrimonio Otsuka, el destino decide unir su camino con aquel segundo hijo de la familia Sano. Ambos crecieron juntos forjando un lazo inquebrantable, eral el complemento del otro... Aún así no nacieron para quedar junt...