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| Conflicto |

Una vez el Hanagaki regreso al pasado, este tenía una reunión con la ToMan, pues fue llamado al santuario Musashi.

- Takemicchi. ¿Porque trajiste a tu chica? Es peligroso que ella esté aqui. - Draken llegó a escena luego de que varios integrantes de dicha pandilla se les acercarán.

- Disculpa... No sabía que se trataba de algo con esto. - de saberlo, claro que no traería a Hina.

- Hina, siento haberte asustado el otro día. — se agachó hasta la altura de la femina.

- Descuida, no pasa nada. La verdad, yo también lo lamento. - aún le avergonzaba como fue su primera interacción.

- ¡Oye, Emma! - llamó el del tatuaje en un grito.

- ¿Si? - se escuchó una voz dulce y algo aburrida.

Una chica de estatura promedio, tez blanca y pelo rubio, se acercó parando a unos metros de los tres individuos, viendo hacia un lado sin prestar atención.

- Está es la chica de Takemicchi, así que cuida de ella. - ordenó el rubio.

- A la orden... ¿Oh? - sus ojos se abrieron de golpe al ver a Takemichi.

La rubia quedó viendo unos segundos al Hanagaki, dejando ver a un Takemichi extremadamente nervioso y pidiendo que en ese momento, la tierra lo tragara.

- ¡Oh, Hola Gallina! - sonrió divertida la rubia, subiendo una mano en forma de saludo.

- ¿Porque te llama gallina? - preguntó Hina a Takemichi.

- ¿Cómo? ¿Ya conocidas a Emma? - preguntó Draken.

- ¡No es lo que crees Hina! ¡Daken-Kun, no recuerdo que fue lo que pasó! - se excusó, quería morir ahí mismo.

- Me dejaste en ropa interior y después te fuiste corriendo. - reveló Emma.

Un silencio incomodo adorno el lugar por unos segundos, dejando a un Draken procesando la información y a una Hina rodeada de aura obscura.

- ¿Ah, si? Con que eso fue lo que pasó... - Hina cambió totalmente.

- Puede que si... Puede que no... ¡Juro que en verdad no me acuerdo de lo que pasó! - excuso el rubio.

Golpe tras golpe empezó a recibir Takemichi por parte de su novia, quien vaya a saber de dónde, había conseguido un bate, con el cual comenzó a golpearlo de nueva cuenta.

Después de dejar a un Takemichi casi irreconocible, la peli-rosa se alejó acompañada de la rubia para que los chicos pudieran comenzar con su reunión.
Takemichi se encontraba nervioso, justo ahora pasaba por el centro de dos filas de puros hombres inclinados quienes los recibían a Mikey y Draken, junto a otros chicos más que iban tras de el.

- Okaresama desu, comandantes! - gritaron todos los hombres a los chicos de alto mando.

- El motivo de esta reunión, se debe al conflicto contra Moebius. Si nos enfrentamos... Será un conflicto enorme. - comenzó el Sano, con una actitud totalmente opuestas a la que siempre lleva.

- ¿Que es lo que quieres hacer, Pa? - preguntó sano al mencionado que estaba inclinado ante el.

- ¿Peleamos? - sugirió.

Hubo un silencio de algunos segundos, hasta que la ronca y a simple vista enojada voz de Pa, resonó.

- Son mayores que nosotros... Es imposible que la ToMan salga ilesa... Solo les ocasionaría problemas. Pero es tan frustrante, Mikey. - hablo el chico mientras fruncía el ceño viendo al piso.

𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 - Manjiro Sano - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora