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| No hay marcha atrás |

- Tsk maldición....

Aquel pelinegro caminaba por una desolado callejón en busca de autos que quemar para desquitar su coraje y penas que llevaba consigo.
Las palabras que Kanae le había dicho resonaban aun en su cabeza y eso que ya había pasado 1 día desde su plática. No sabía qué tipo de hechizo le había hecho la de menor estatura pero empezaba a dudar de su plan que tenía para el día del enfrentamiento.

- Pero es para proteger a los que amo. - soltó al aire mientras pateaba pequeñas piedras que se encontraba en el camino.

Freno su paso en cuanto recordó las últimas palabras de la chica, sintiendo una corriente eléctrica recorrer desde sus pies hasta su nuca.

Baji... Tus amigos te esperan con los brazos abiertos. Tu división esperan a su líder... Y Matsuno espera a su mejor amigo. Vuelve con ellos antes de que sea demasiado tarde.

Aquellas palabras sonaban dentro de su cabeza una y otra vez, atormentandolo instantáneamente.

- Otsuka Kanae... Porque eres tan entrometida...

(...)


- ¡ACHUUU!

- ¿Eh? Neesan abrígate, la temperatura decendió y no es para que andes en short. - regañó la menor mientras.colocaba una manta en los hombros de su hermana.

- Tranquila Shinobu es un simple estornudo, no es como si me fuera a morir por estornudar. - bromeó mientras acomodaba mejor la manta.

Ambas hermanas se encontraban en el cuarto de Shinobu mientras hacían maletas. Debido al trabajo de sus padres tenían que ir de último momento a la ciudad de Nigata a las afueras de Tokio, solo sería por unas semanas así que no había necesidad de llevar tanta ropa.

- ya están listas mis princesas? Partimos en unos minutos. - hablo se madre quien las veía desde la entrada de habitación.

- ya casi, solo nos falta empacar todo lo farmacéutico.

- así es, lo haremos rápidamente, no nos llevará más de 15 minutos.

- De acuerdo, no olviden llevar ropa de invierno. El clima en Nigata es muy frío y no quiero que tengan un resfriado.

- Lo tenemos en cuenta, llevamos ropa térmica y chamarras.

- Bien. Su padre y yo las esperamos abajo, porfavor no tarden. El taxi no tarda en llegar y tenemos que estar minutos antes en el aereopuerto.

La madre dejó sola a ambas hermanas, quienes se apuntan a llenar su tercera maleta de instrumentos y cosas de enfermería.

- Crees que tenemos que llevar las agujas hipodérmicas? - preguntó Shinobu a su hermana quién no le contesto por estar sumida en sus pensamientos.

- ¡KANAE! - gritó para llamar la atención de la chica, quien brinco en su lugar por el susto.

- ¡Shinobu no grites! Me asustaste.

- desde ayer estar ida hermana, no estás concentrada y te la pasas viendo a un punto fijo. Que te sucede?

La habitación quedó en un pequeño silencio incomodo, ni la misma Kanae sabía que le pasaba, simplemente desde hace un día sentía una rara presión en su pecho.

𝐀𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫 - Manjiro Sano - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora