Capitulo 25

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ROSÉ

¿No tiene otra cosa que hacer, que estar mirándome?... ¡Augh es desesperante! Ignórala Rosé, como lo has estado haciendo desde que llegó, levante mi vista de mi celular y nuevamente la miro de soslayo... Si aún continúa viéndome, a pesar de todo no puedo evitar que mi corazón se acelere con esa simple acción que está realizando Jisoo ¡Demonios! Si todo iba perfecto, había decidido solo ver y mantener una relación de simple amistad con ella, si tan solo no me hubiera besado...

Flashback

-Gracias por acompañarme Rosé- me dirigió una de sus encantadoras sonrisas.

-Emm... No es..na..nada- no tartamudees idiota, me reproche mentalmente, solo es una salida entre amigas, solo la acompaño de compras, me repetí mentalmente para obligarme y convencerme de que eso era cierto, con Jisoo solo somos amigas.

-Lo digo porque quizás ya tenías planes más interesantes que ayudarme a elegir un vestido- soltó una risita baja.

- Tu eres mucho más interesante que cualquier cosa...- solté sin querer- digo esto...venir de compras es mucho más entretenido e interesante...- me corregí rápidamente, desvíe mi vista a cualquier lado para que Jisoo no se percatara de mis mejillas sonrojadas.

-Tienes razón nada más entretenido que venir de compras - Jisoo miraba con interés los escaparates de las tiendas donde exponían hermosos vestidos y accesorios- ¿Hace cuánto no vienes a este centro comercial?- me preguntó con interés. -

-Bueno para decir verdad... Lo que menos hago es venir de compras cuando estoy en Estados Unidos.- me encogí de hombros. Jisoo soltó una pequeña carcajada

- Y yo que pensé que eras de esas chicas que se la pasaban comprando ropa y toda la cosa...- me dirigió una sonrisa radiante, me pude percatar que cuando lo hacía se le formaban dos encantadores hoyuelos en sus mejillas, cosa que me encantaba.

-Para que veas... Aún no conoces completamente a Rosé Park- bromee con arrogancia.

- Bueno eso se puede arreglar... Me encantaría conocer más a fondo y completamente a Rosé Park- dijo con tono pícaro, mis mejillas se sonrojaron al instante. -¡Mira!... Ese vestido es muy lindo...- me señaló el escaparate de una tienda, tomo mi mano y me arrastro rápidamente hacia la entrada de la tienda, maldición me suda la mano...siempre me pasa cuando estoy nerviosa y ahora con Jisoo tomándome de la mano es peor, me pasó lo mismo cuando la vi por primera vez en la casa de Jenn, me sudaban las manos y sentía un cosquilleo en el estómago, es realmente estúpido ella solo me había dirigido un par de palabras y posado su mano en mi cadera y yo prácticamente babeaba por ella, para qué negarlo si Jisoo es una mujer realmente hermosa, es de estatura promedio, su cabello castaño sedoso y liso, sus ojos marrones oscuros y sus labios carnosos, los cuales te tientan todo el tiempo con besarlos.

-¿Entonces el negro o el azul rey?- Jisoo elevaba en el aire dos hermosos vestidos para que le dijera mi opinión, ya habíamos visitado varias tiendas del centro comercial, pero al parecer Jisoo es una chica muy indecisa respecto a la ropa, no había vuelto a tomar mi mano como en un principio, en el momento que dejó de hacerlo sentí un vacío y un cosquilleo donde mi piel estuvo en contacto con la de ella, puede que solo haya sido un impulso de parte de Jisoo, ya que en el momento en el que se percató que tenía mi mano sujeta se tensó y a los segundos me soltó.

-¿Porque no te pruebas los dos primero?...- le dije amablemente.

-Tienes razón- Jisoo me guiñó el ojo y se metió a los probadores, solté un suspiro de cansancio, no es que este aburrida y cansada de tanto ver y comprar ropa, es solo que me resulta un poco difícil estar cerca de Jisoo, a todas las tiendas que vamos ella llama la atención, ya sea de las dependientas o de las clientas de la tienda, eso que no estoy tomando en cuenta a los hombres que cada vez que pasamos por al lado de alguno se quedan mirando a Jisoo de una forma lujuriosa y eso me provoca un sentimiento de malestar en el pecho...¿Será que realmente me gusta Jisoo? No claro que no... Simplemente es una mera atracción física, claro eso es, eso explica las ansias y los deseos que tenía por hablar con ella por teléfono todos los días, cuando yo estaba en Londres.

Todo por ti -  JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora