Capitulo 54

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JENNIE

-Lili... Por favor... -le dije desde mi cama con mirada suplicante.

-La doctora... Dijo que aún no Nini...- dijo risueña viendo a nuestra hija que estaba en su cunero al lado de mi cama.

-Pero ya estoy harta de estar en esta cama, me quiero ir a mi casa...- le dije frunciendo el ceño y cruzándome de brazos.

-Es...es necesario que permanezcas aquí, mínimo por tres días Nini...- ahora centraba su mirada en mí, pero aun así miraba de reojo a nuestra hija y en su rostro brotaba una sonrisa boba cuando lo hacía- Tienes... Solo tienes que descansar- rodé los ojos al ver que nuevamente volvía a mirar a nuestra pequeña, realmente me quería ir de aquí, quería estar en mi casa, en mi cama, dormir al lado de Lisa, no sola en esta triste cama de hospital, ya habían pasado dos días desde que llegamos aquí y del nacimiento de Ella, Lisa solo se ha separado de mi lado, porque la obligue a que se fuera a la casa a darse un baño y a comer, lamentablemente no pude convencerla de que se marchará a dormir también, Lisa puede llegar a hacer mucho más obstinada que yo en algunas cosas, alegaba que no se iría a casa hasta que no nos dieran de alta a nuestra hija y a mí, así que estos dos días ha dormido en ese sofá incomodo, más que pendiente de las necesidades que podamos tener nuestra hija y yo.

Al ver con la adoración que Lisa observaba a nuestra bebé se me ocurrió una idea que seguro funcionaria para salir de aquí. Me incliné sobre el cunero de Ella y la tome para recostarla sobre mi pecho, de modo que nuestra hija quedará frente a su madre. Sonreí internamente al ver que Lisa seguía todos y cada uno de mis movimientos con sus hermosos ojos brillantes llenos de expectación.

-Ella mi amor... ¿Verdad que nos queremos ir a nuestra casa?...-le pregunte juguetonamente a mi pequeña que tenía sus grandes ojos centrados en Lisa, obviamente no esperaba respuesta de mi hija recién nacida-¿Verdad que quieres dormir en tu cunita? ¿Conocer tu cuarto?- Lisa estaba embobada viendo a nuestra hija y como yo le movía suavemente sus bracitos con mis dedos enganchados en sus dos pequeñitas manitas- ¿Quieres probarte toooda esa hermosa ropa que mami Lili te compro?... ¿Y conocer a tu tía Malai?- repentinamente sentí que Lisa se ponía de pie del asiento en el que estaba.

-Yo...preguntare...iré a...a... Hablar con la doctora Palmer...- dijo con las mejillas sonrojadas y alternando su mirada desde los ojos de su hija a los míos.

-Ok... Aquí te esperamos...- le sonreí inocentemente. En el momento mismo que desapareció de la habitación deje salir la risa que estaba conteniendo. -Ganamos mi amor...- dije acomodando en mis piernas a Ella de modo que está vez quedara frente a mi, la mire a sus lindos ojitos, mi hija solo me observaba fijamente el rostro y agitaba sus pequeños bracitos de arriba hacia abajo- Ella cada segundo que pasa me enamoras más y más... - dulcemente delinee con mi dedo todo el contorno de su carita, sus pequeñas cejitas, su nariz perfecta, su boquita y su lindo mentón- eres perfecta...- le sonríe con ternura.

-Ya...ya podemos...- Lisa entraba a la habitación con la respiración entrecortada, tal parece que había corrido hasta llegar aquí- La doctora dijo que vendrá a revisarte y... Te dará el alta...- termino de decir inclinándose y posando ambas manos en sus rodillas para recuperar mejor el aire que había perdido.

Al escucharla sonreí victoriosa. A la media hora la doctora llego a monitorear mis signos vitales, mi presión arterial y todo lo demás.

-Estas perfecta... Te puedes marchar ahora mismo- me sonrió mientras anotaba unas cuantas cosas en mi expediente clínico.

-Gracias al cielo...- solté sin querer, la doctora soltó una carcajada al escucharme.

-Hey... No tratamos tan mal a los pacientes que yo sepa...- bromeo, provocando que rápidamente me sonrojara.

Todo por ti -  JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora