Capitulo 52

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Estaba soñando tan plácidamente, me sentía tan relajada y feliz, hasta que sentí un sonido a lo lejos, el ruido se volvía cada vez más fuerte y cercano mediante pasaban los segundos.

-¡Demonios!... ¡Lili apaga el despertador!...- murmuré con malestar al momento de despertarme con el insistente sonido, gruñí y me incorporé en la cama, al sentir que Lisa no me hacía caso, abrí lentamente mis ojos y mire el lado de Lisa en nuestra cama, estaba vacío, solo había una nota con la letra de mi chica en ella, antes de leerla acabe con mi suplicio y apague yo misma el endemoniado aparato que acabo con mis pocas horas de sueño.

"Buenos días mi amor, siento despertarte tan temprano, pero hoy es la boda de Nayeon. Fui a buscar a Malai y pasare a comprarle un atuendo para la boda, el desayuno está listo en la cocina, por favor come, prometo no tardar...

Te amo. Pd: siento no dejarte dormir anoche."

Luego de haber terminado de leer la nota la abrace con todas mis fuerzas, como si fuera la propia Lisa, me deje caer en la cama y recordé todo lo que anoche había pasado aquí, entremedio de estas mismas sabanas que ahora cubrían mi cuerpo desnudo, Lisa se había comportado de una forma que nunca la había visto y de solo pensar en eso mi cuerpo se volvía a llenar de deseo y de unas ansias enormes que ella está aquí, junto a mí, sacudí levemente mi cabeza con la intención de sacar momentáneamente esos pensamientos, si no lo hacía, nunca saldría de la cama, de mala gana y aún con mucho sueño, ya que mi prometida solo me dejó dormir unas cuantas horas me salí de la cama, me encaminé hacia el baño del cuarto para darme una rápida ducha.

A los 20 minutos salí del baño ya duchada y vestida con solo algo cómodo, la boda de Nayeon se realizaría en la iglesia más entrada la tarde, pero teníamos que ir a la casa de las chias a ayudar a Nayeon con el vestido y todo eso. Con lentitud baje las escaleras y me encaminé hacia la cocina, reí internamente al recordar las descaradas palabras que me dijo la noche pasada Lisa

- Efectivamente me cuesta un poco caminar...- murmuré para mí misma, soltando una risita.

Al entrar a la cocina de inmediato mi mirada se posó en el desayunador, encima de este había un cubreplatos, el cual seguramente cubría el desayuno que me hizo Lili antes de salir. Cuando me lleve mi última cuchara de waffle a la boca escuche como el auto de Lisa se estacionaba cerca de la casa, rápidamente me baje de mi banqueta y camine hacia la puerta principal, salí de la casa y me quede de pie en el patio delantero, esperando al par de chicas que al verme me saludaron con la mano, Lisa desde el asiento del piloto y Malai desde su sillita de seguridad en la parte de atrás del auto, ambas me dirigían una sonrisa radiante y agitaban su mano con energía.

-Jeeeee...- Malai en el preciso instante que Lisa la bajó de la silla corrió hacia mí, pero por toda la emoción y la energía que traía, no se percató del pequeño desnivel que había en la vereda y cayó de cara al suelo, solté un grito de horror al ver eso, hice al amago de correr en su ayuda, al igual que Lisa unos metros atrás de ella, pero nos detuvimos al ver cómo la pequeña se levantaba como si nada, sacudió primero el polvo del señor Puggle que lleva agarrado fuertemente de su manita y luego sacudió sus pantalones, elevo su mirada para mirarme y dirigirme una linda sonrisa, para luego continuar su camino hacia mí, ahora sí, con mucho más cuidado. -Hola Jee...- al llegar a mi lado de inmediato se me abraza de una pierna cariñosamente, me inclino un poco para estar a su altura y le beso su mejillita sonrojada, no antes de mirarla minuciosamente por si se hizo daño con la fuerte caída, gracias al cielo no se tiene ninguna herida en el rostro, solo una pequeña raspadura en la rodilla.

-¿Cómo estás cariño?- le dije dulcemente.

-Bien... ¿Y tú?- me respondió educadamente.

-Muy bien, gracias por preguntar- le respondí de igual forma, riendo internamente al ver lo adorable que es.

Todo por ti -  JENLISA GIPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora