Capítulo 3: "Presa"

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Sasuke Uchiha; hijo menor de la familia Uchiha, joven de cabellos y ojos negros como la noche pero siempre opacado por su hermano mayor Itachi. Por más méritos que hiciera, por más logros que obtuviera siempre era su hermano el centro de atención en el pasado y en el presente. Aún cuando él en su niñez lo admiró, después de la muerte de sus padres hizo que todo eso cambiará.

Mudarse de ciudad no había mejorado su situación, el pasado lo perseguía cada día, no tenía amistades además de su rubio amigo; Naruto y tampoco una pareja estable. Aunque era muy cotizado por las mujeres para él una noche era más que suficiente. Era egocéntrico, a veces muy cruel con sus palabras pero eso era en lo que se había convertido y solo una persona lo soportaba así.

- Oe, teme. Vamos a comer.

- No quiero comer ramen de nuevo, Naruto. Mi oficina volverá a quedar infestada de ese olor. -. Respondió suspirando mientras veía como su rubio e invasor amigo le daba una mirada indignada y luego como un aura triste lo rodeaba.

- Has ofendido a la comida más deliciosa del mundo.

- Claro que no. Mejor vete ya, no sé ni que haces aquí.

- Vine a acompañarte, estaba aburrido en mi empresa así que...

- No sé cómo puede ir tan bien esa empresa si tú te la pasas de vago en la empresa de otros.

- No, no. Eso me ofende muchísimo, mejor ya me voy. Quizás Shikamaru quiera ir por algo.

- No creo que quiera pero ojalá que sí, así me dejas tranquilo.


- Teme...

Naruto tras escucharlo comenzó a caminar hacia la salida sonriendo sin importarle sus palabras, ya se había acostumbrado a lo grosero que era, pero a eso se sumaba que ese día había sido malo para el Uchiha y por eso él estaba ahí intentando que no ocurriera nada grave.

- Dobe...

El rubio lo miró de nuevo al escucharlo y notó como el Uchiha apretaba los puños intentando decir algo. Naruto solo sonrió e hizo lo que mejor sabía hacer.

- Oye, teme. Si quieres que tengamos una cita, dime antes para prepararme. Ya sabes, debo embellecerme aún más.

Sasuke le dio una mirada asesina y Naruto salió riendo de ahí. Tomó su teléfono y llamó a Shikamaru quien al final después de mucho esfuerzo, aceptó. Cuando cortó la llamada pensó en años antes y como Sasuke había sido tan diferente de lo que era ahora.

- No te dejaré sólo está vez, teme...¡de veras!


Sasuke después de ver salir a Naruto, sonrió negando. Quería agradecerle pero al final como siempre no había podido hacerlo. Mientras caminaba en busca de algo para tomar, sintió un dolor punzante en su cabeza, un suspiro largo salió de su boca mientras con un masaje intentó calmar el dolor pero cuando estaba por servirse un vaso, voces vinieron a su cabeza.

"Eres débil, ¿por qué no aprendes de Itachi?"

"¿Eres su hermano? No se parecen en nada."

- No otra vez...-. Sabiendo lo que ocurría, dejó el vaso en la encimera y apoyando ambas manos en ella, cerró los ojos.

"Itachi es mil veces mejor que tú."

"¿De verdad perteneces a la familia Uchiha?"

- No...paren...-. Apretó los dientes intentando pensar en algo más pero no lo logró.

"¿Por qué naciste? Eres una vergüenza para la familia Uchiha."

Ambas manos fueron a parar en su cabeza presionando con fuerza mientras sus pies retrocedían hasta que las palabras que más le afectaban se hicieron presente.

"Por tu culpa tus padres estan muertos."

Sasuke sin tardar terminó lanzando el vaso contra la pared furioso. Con la respiración agitada sintió sus piernas fallar y segundos después cayó sentado en el suelo mientras sus manos seguían aferradas a su cabeza.

- Callense ya, maldita sea. Callense...



Intentado dejar de escuchar esas voces, casi una hora después Sasuke agarró su saco y salió del lugar. No tenía dirección alguna donde ir, pero tampoco quería estar solo. Detuvo el auto y entró a un viejo bar que encontró en el camino.

Es más que suficiente.

Cuando entró, pudo notar que el lugar no estaba muy lleno y tenía poca iluminación pero el bullicio era suficiente para que él dejará de oír esas voces en su cabeza. Se acercó a la barra y llamó al barman dando una mirada alrededor.

- Una cerveza.

Minutos después mientras recibía la cerveza, notó que de un momento a otro todas las miradas se dirigían a la entrada. Por curiosidad también miró y en ese momento la conoció: una mujer con el cabello azulado y una mirada asustadiza pero con un cuerpo que contrarrestaba su cara de inocencia.

Sasuke se divertía mirarla caminar con torpeza entre las mesas hasta llegar con dificultad a la barra. Se podía vislumbrar demasiado lo nerviosa que estaba, ya que ni siquiera lo había notado, ella solo se fijó en el barman, abriendo la boca y cerrándola repetidas veces.

Que tierna.

Aunque se sorprendió un poco con su pensamiento, no dudó y con una sonrisa se acercó aún más para hacerse notar y le habló al barman.

- Una cerveza para la señorita, yo invito.

Esa noche, ella iba a ser su presa.

Despertar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora