Capítulo 23: "Si me esperas..."

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Después de la reunión y de la partida de Neji de la mansión Hyuga, Hinata fue confiscada de sus cosas y aislada en su habitación con su guardaespaldas Ko vigilándola en su puerta. Así paso una semana hasta que una noche se escuchó la voz de su hermana retumbar en toda la casa.

- ¡Onee-chan, he vuelto! ¡Neji-niisan! ¿Dónde están?

Hinata al escuchar la voz de su hermana, sonrió y dejo los documentos en los que había estado trabajando y salió de su habitación. Al bajar de las escaleras, no tuvo ni tiempo de reaccionar cuando la castaña se lanzó a abrazarla. 

- ¡Onee-chan! -. La peliazul no dudo en corresponder el abrazo, duraron así unos segundos más hasta que la menor se separó y Hinata por fin pudo preguntar.

- Hanabi-chan, ¿cómo te fue? 

- Me fue genial. Tengo muchas cosas que contarles a Neji-niisan y a ti, ¿donde esta?

Hinata miró a Hanabi y suspiró. No sabia como decirle que su hermano se había ido hace una semana por su culpa y que su padre no le quería decir nada sobre él, ni siquiera si había llegado bien del viaje.

Además no tuve tiempo de avisarle a Sasuke-kun. Espero no haya arruinado sus planes.


- ¿Onee-chan? -. La voz de Hanabi sacó a Hinata de sus pensamientos. Al ver a la castaña, Hinata negó y le acarició la cabeza suavemente.

- Neji-niisan tuvo que irse de viaje. Pero volverá en 2 meses como máximo.

- Uhm...aquí pasa algo raro. -. Hanabi la miró analizándola pero al final se rindió y suspiró. -. Pero esta bien, no te presionaré para que me cuentes. Iré a darme un baño y vengo a contarte todo lo que hice. Oh y también la pelea que tuve con el hijo de la dueña del campamento. Ese Kiba idiota.

¿Pelea?

Antes de que Hinata pudiera decir algo, Hanabi había salido corriendo hacia su habitación mientras reía. Cuando la peliazul vio la puerta cerrarse, suspiró pero luego sonrió.

Aunque sea la tengo a ella. Nii-san, espero estés bien.


Media hora después, Hanabi apareció en la habitación de Hinata con una bolsa de papas. Apenas entró, se sentó en la cama y miró a su hermana que no se había percatado de su presencia.

- ¡Hey, hermana! ¡Estoy aquí!

Hinata casi grita al escuchar la voz de su hermana detrás de ella, había estado tan concentrada en la propuesta que estaba redactando que ni siquiera se había fijado que había dejado la puerta abierta.

- Hanabi, me asustaste.

- ¿Qué estas haciendo? -. Hanabi se había levantado de la cama y miraba los papeles en el escritorio.

- Ah, esto...yo...

- No trates de esconderme las cosas, hermana. He hablado con Neji-niisan hace un rato y ya me contó lo que pasó.

- ¿Él esta bien?

- Si, aunque por lo que veo si es cierto que te quitaron el celular y no te dejan hablar con él.

- Pero tengo otro celular, padre me lo dio...aunque no puedo llamar a nadie sin que padre lo sepa...Y sobre Neji-niisan...

- Quisiera ir a reclamarle ahora, pero nii-san me dijo que no hiciera nada porque te causaría problemas.

- Él tiene razón. -. Respondió Hinata mas tranquila al saber que Hanabi no haría nada por su cuenta.

- Pero aún así estoy enojada. -. Hanabi hizo un gesto molesto y luego se levanto como un resorte. Hinata la miró moverse con prisa hacia la puerta y luego cerrarla con seguro. Cuando giró a verla, la peliazul notó su sonrisa traviesa.

Despertar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora