Capítulo 26: "Confianza"

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HORAS ANTES.

Narra Ko.

Desde el día en que la señorita Hinata fue encerrada en su habitación, el señor Hiashi me había dado la orden de custodiarla. Tenía que acompañarla a la empresa y luego traerla de regreso a casa; no tenía permitido hacer nada más, además de haberle quitado cualquier medio por el cual pueda comunicarse.

Aunque me parecía injusto no había nada que pudiera hacer y sólo tuve que mantenerme haciendo lo que me ordenaron.

Cuando la señorita Hanabi llegó a casa, recibí nuevas órdenes: << No dejes que Hanabi hable con su hermana.>>

Mi trabajo era obedecer pero al ser el único guardián y por el gran amor que les tenía ambas desde que las vi recien nacidas, no pude evitar ignorar esa orden y mientras ellas estaban juntas, yo las cuidaba afuera.

Haré lo que pueda para protegerlas, señora Hana.


Pensé que sólo sería suficiente con que ambas se hicieron compañía, pero supe que algo estaba pasando cuando se prendió fuego el jardín y la causante era la señorita Hanabi.

- ¡Ko, ven aquí! ¡Te enseñaré como se hace una fogata!

Cuando escuché el llamado de la señorita más pequeña, miré la puerta de la habitación de la señorita Hinata y luego al pasillo. Sabía lo que intentaban hacer, pero sonreí fingiendo ignorarlo.

Al llegar al jardín, todos los empleados ya estaban intentando apagar el fuego que se había extendido producto de la fogata y la señorita Hanabi miraba fingiendo preocupación. En ese momento una de las cocineras se me había acercado preocupada.

- Ko, deberias ir por la señorita Hinata, debe querer saber que está pasando.

La miré por un momento y al final terminé negando.

- No puedo, ella debe seguir encerrada por orden del señor. Que nadie la vaya a buscar.

Ella me miró molesta pero luego suspiró asintiendo.

- Aquí también hay fuego. Ko, mi padre me va a matar.

La señorita Hanabi se me acercó con una mirada triste pero yo pensaba en otra cosa.

¿Ya se habrá ido la señorita Hinata?



ACTUALIDAD

Hinata miró aterrada a su guardián, retrocedió dos pasos e intentó retener sus lagrimas.

Otra vez fallé...

Por otro lado, Hanabi miró a su hermana y luego a Ko que seguia observandolas en silencio. La castaña de un momento a otro comenzó a reír y se acercó a él.

- Hey, Ko...pero, ¿qué cosas dices?

La cara seria del mayor, hizo que Hanabi dejará de reír. Él las miró a ambas y luego sonrió.

- Señorita Hinata, señorita Hanabi, he estado con ustedes desde que nacieron así que por favor, no intenten engañarme.

Hinata derrotada se acercó a él y puso detrás a su hermana.

- Ko, por favor...ella no tiene nada que ver con esto, yo la obli-

Ko no había dejado de mirarla y Hinata pronto se quedó callada sorprendida al sentir su mano cálida posarse en su cabeza.

- No se preocupe, no diré nada. Sé que ha sufrido mucho y lamentablemente yo no puedo hacer nada por ser un simple empleado aquí...pero si puedo ayudarle en esto...lo haré con gusto.

Despertar contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora