;capítulo 28.
La verdad es que el pueblo no era tan espantoso como pensaba que sería. Y para ser sinceros, me alegró que desde dentro de la casa pudiera escuchar el sonido de gente al exterior. En eso era diferente a los demás sitios, había normalidad. Alcé la cabeza, mirando al cielo, hasta que choqué con alguien.
—Lo siento —dijo de inmediato, sujetándome para que no cayera. ¿Quién se pensaba este que era? ¿Una dama en apuros? Podía ensuciarme la ropa de sobra.
—Estoy bien, Ronald.
—Es Ron —frunció el ceño, mirándome. Me encogí de hombros y seguí con mi camino, él enseguida se posicionó a mi lado, acompañándome.
—¿Quieres algo? —pregunté, de mala gana. No pareció achantarse.
—Acompañarte.
—o—
Casi toda la mañana nos la pasamos entre risas y bromas por parte de los dos. Ron era buena compañía, me caía bien. A pesar de todo, mantenía una parte feliz, eso era admirable. Aunque claro, él no había tenido que pasar por lo mismo que todos nosotros. Cuando abrí la puerta de casa, y joder que raro sonaba eso, el olor a comida llegó hasta mí.
—Vaya, Carol. Que bien huele.
—Gracias, ya tenía ganas de poder cocinar algo decente —sonrió en mi dirección, mientras yo tomaba asiento en uno de los taburetes.
El cuerpo de alguien cruzó bajo el marco de la puerta, quedándose parado frente a nosotras. Giré mi cabeza y observé como los ojos de Carl se fijaban en mí. Incómodo.
—¿Puedes venir un momento?
—De hecho, estoy ocupada —señalé a Carol quien, como si quisiera molestarme, se encogió de hombros.
—Puedes ir con él.
—Te odio —entrecerré los ojos hacia ella, riendo después. Al fin y al cabo, Carol Peletier es Carol Peletier.
Subí las escaleras delante de Carl, notando su mirada todavía puesta en mí. Me dejé caer en la cama y esperé a que dijera algo. Por su expresión, estaba o enfadado, o molesto.
—¿Qué te pasa, a ver?
—Te he visto con Ron —soltó, como si fuera la gran cosa.
—¿Y qué?
—¿'Y qué'? —exclamó, alzando las cejas. Yo seguía sin expresión alguna.
—Me cae bien.
Y eso, por simples palabras que fueran, le dolieron más que cualquier cosa según su expresión.
—¿Desde cuando te cae bien alguien...?
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Una Dixon.《Carl Grimes.》
FanficDía y noche cazando, ¿alguna pega? La sangre Dixon corría por mis venas. Lo que yo no sabía es que todo lo que había vivido lo tendría que poner a prueba... O al menos, eso pensaba por aquel entonces. |No se admiten copias ni adaptaciones (©). Cualq...