;capítulo 10.
Carl no dejaba de empeorar, pero Shane y Otis seguían fuera. No había señales de ellos. Yo, sentada en los escalones de la casa, jugueteaba con los cordones de mis zapatillas. Recordé lo que me costó aprender atármelos. Y entonces, el sonido de las ruedas de un coche sobre la grava se empezó a escuchar. Alcé mi cabeza y miré al frente. Por fin, me dije.
El antiguo sheriff paró justo delante nuestra, y los presentes se le quedaron mirando mientras esperaban una respuesta. Cogí aire, pues ya me veía venir lo que diría. Lo que pasaba era que, esta vez, en sus ojos se podía apreciar que mentía.
—Los caminantes le alcanzaron.
—o—
Después de varias horas de aburrimiento, decidí acercarme a donde el resto del grupo se encontraba. Sobre un capó se hallaba un mapa de la zona, y Rick señalaba algún que otro lugar por el cual empezar a buscar a Sophia. Parecía querer tenerlo todo controlado, y lo tenía. Eso me molestaba.
—Iré solo —habló mi padre.
—No me pienso quedar de brazos cruzados —dijo Shane, con algo de molestia—. Daré clases de tiro antes de que salga alguien más, será lo mejor para el grupo que vaya de exploración.
—Preferiría que no usarais armas en mi propiedad —habló Hershel, y abrí mis ojos como platos.
—¡Necesitamos las armas! —exclamé, y mi padre me dio un leve golpe en el hombro, mandándome callar.
—¿Cómo? —preguntó Shane, no creyendo lo que oía.
—Mi familia y yo hemos estado sobreviviendo sin armas de fuego, lo que significa que no necesito que las uséis en mi terreno.
El antiguo sheriff estuvo a punto de protestar, pero una de las manos de Rick se posó en el pecho de él. Todos dejaron las armas en el capo del coche.
—Voy a ser el único en decir esto pero... ¿Qué pasa si la encontramos mordida? —Walsh dijo. ¿No era la respuesta más que obvia?
—Todos sabemos la respuesta a eso.
—o—
Necesitaba tomarme un descanso, por lo que fui con Dale y T-Dog al pozo para sacar agua. El moreno meneó la palanca, haciendo que por la tubería saliera el líquido que tanto ansiaba en aquellos momentos. Tenía sed, mucha. Llené un poco mi botella y justo cuando la abertura rozaba mis labios, la mano de Dale chocó contra la mía, consiguiendo que todo el agua se vertiera por el suelo.
—¿Pero qué coño te pasa? —gruñí, observando mi botella casi vacía.
—No creo que quieras hacer eso.
Señaló el pozo y yo me incliné para ver. Un caminante enorme había decidido darse un chapuzón al parecer. Bufé y corrí a la casa para llamar a Maggie y a Glenn. Lori, Shane y Andrea les siguieron con curiosidad. Malditos cotillas.
—Parece que tenemos un nadador —dijo Dale de manera graciosa. Yo seguía molesta con él por tirar mi agua.
—¿Cuánto tiempo llevará ahí dentro? —el coreano habló.
—Debe tener hasta branquias.
—No podemos dejarlo ahí —contestó Lori, al verlo moverse. Jodido bicho.
—Lo sacaremos —Shane retrocedió, agarró una de nuestras cuerdas y se acercó nuevamente.
—¿No es más fácil dispararle? —T-Dog quiso saber, mirando al caminante.
—No —Maggie gruñó.
—¿Por qué no? Es un buen plan... —añadió Glenn, yo solté una carcajada amarga.
—Es estúpido —arqueé mis cejas, rodando los ojos—. Si esa cosa no ha contaminado ya el agua, dispararle lo hará.
—Demasiado arriesgado —Shane coincidió conmigo. Extraño.
—Entonces tiene que salir vivo... —entendió T-Dog, yo asentí.
Colgamos un pedazo de carne y se lo bajamos, pero no se lo comió. No era algo vivo. Al final atamos a Glenn a la cuerda, algo jodido la verdad, y lo bajamos poco a poco para que estando abajo le atara por el cuello y pudiéramos subirlo. Vivo, a ser posible.
Mientras mirábamos al pozo, la cuerda se desató de donde estaba y yo fui a cogerla. Los demás enseguida reaccionaron al ver mis rápidos movimientos y cogieron la cuerda por mí. Yo estaba en el suelo, mirándome las manos ensangrentadas por el roce de la cuerda, y Glenn colgando de ella con el caminante queriendo darle caza.
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Una Dixon.《Carl Grimes.》
FanfictionDía y noche cazando, ¿alguna pega? La sangre Dixon corría por mis venas. Lo que yo no sabía es que todo lo que había vivido lo tendría que poner a prueba... O al menos, eso pensaba por aquel entonces. |No se admiten copias ni adaptaciones (©). Cualq...