;capítulo 3.
Cuando el ambiente se calmó, todos volvieron a sus cosas. Yo, sin embargo, decidí irme junto a Carl y Sophia un rato, por distraerme. Veía a la rubia dibujar un castillo en uno de los cuadernos que consiguieron el mes pasado para nosotros, y al moreno dibujar a sus padres y a él juntos. Yo no dibujé cosas tan bonitas. Lori apareció allí, y tras ver mi dibujo, me pidió que fuera con Carol para ayudarle con la ropa. Acepté.
Al caer la noche todos nos sentamos alrededor de una hoguera, pero como siempre, Ed, el marido de Carol, le obligó a ella y a su hija a quedarse apartados. Probablemente, y sin contar a Shane, aquel hombre fuera el que peor me caía. Yo, sin ningunas ganas, comía la poca ración de mi plato, y porque mi padre me hubiera matado si se enterara de que a penas comía.
Rick nos estuvo contando, por al menos media hora, su historia. ¿De verdad había sido tan idiota como para meterse dentro de un tanque? Y yo que pensaba que los que protegían nuestra ciudad debían ser inteligentes. Después de aquello, cada uno se fue a la zona donde dormía para poder descansar un poco.
Yo, antes de nada, fui detrás de unos arbustos para poder mear, y mientras caminaba de vuelta a mi tienda de acampada, escuché a Carl decirle a su padre que le quería. Junté mis cejas en una mueca, ¿era eso lo que había que decirle a los padres antes de irse a dormir? Bueno, podría intentarlo. Me metí en mi saco de dormir y, aprovechando que mi padre se sacaba las botas, hablé:
—Te quiero —sonó más bajito de lo que esperaba, pero él pareció escucharme. Me miró extrañado y dos segundos más tarde ya le estaba dando la espalda, intentando dormirme. Vaya chasco.
A la mañana siguiente, estaba con Carl y Sophia otra vez. Vi salir a Rick de entre los árboles, dirigiéndose a Carol. Ella le había limpiado la ropa, parecía estar diciéndoselo. La mujer se encontró con mis ojos, y enseguida el nuevo sheriff me miró también. ¿Hablaban de mí? Eso parecía. Más tarde, él se acercó a Glenn, el cual miraba como destruían el deportivo rojo en el que vino el día anterior. Como final de trayecto, caminó hasta Lori.
Después de insistir por más de diez minutos a Louis y Eliza de ir a dar una vuelta por los alrededores, ellos se negaron. Solté un insultó hacia ellos, en el cual aclaraba lo miedicas que eran, y me escabullí con los otros dos niños. No hizo falta adentrarnos mucho para encontrarnos con un caminante. Éste devoraba un ciervo, tranquilamente. Tanto Sophia como Carl soltaron un par de gritos y echaron a correr, pero yo me quedé estática. Había una flecha clavaba en el cuello del animal; había sido papá.
A los pocos segundos, todos los del campamento acudieron hasta donde yo estaba, cogiéndome y tirando de mí hacia atrás. El caminante continuaba comiendo. Shane hizo el intento de matar al muerto, pero un arbusto detrás suyo se movió y eso lo distrajo por completo. Mi padre salió de entre las hojas, observando a todos confundidos. Alzó su ballesta y atravesó el cráneo del caminante. Diez puntos para Dixon.
—Joder... ¡Era mio! Maldito capullo —dijo, dándole una patada al cadáver—. Lo había seguido desde hace kilómetros... —refunfuñó, e inspeccionó al ciervo—. Quizá si cortamos por aquí... —murmuró, señalando el cuello del animal. Hablaba para él solo, lo conocía bien.
—No me la jugaría —la irritante voz de Shane llegó a mis oídos.
—Como sea —gruñó de nuevo mi padre—. He conseguido más ardillas.
Caminamos todos de vuelta hacia el campamento. Algunos hablaban, otros reían. Yo seguí en silencio. Rick, T-Dog, Glenn y papá tenían pensado volver a Atlanta a por Merle. Además, el muy idiota del sheriff perdió una bolsa llena de armas. Pregunté para poder ir con ellos, pero se negaron. "Eres muy pequeña, Alex. Definitivamente, no." Odio cuando hacen eso; tratarme como a una niña pequeña. No lo soy, ¿vale? No lo soy.
Shane intentó persuadirlos para no ir a por mi tío, decía que nos ponían en peligro a todos y que no valía la pena rescatarlo. No cedieron, querían ir. Sobretodo Rick, que aseguró volver con Merle de vuelta. Tal vez me empezaba a caer un poco mejor ahora. ¿Pero qué digo? A mí nadie me cae bien.
Caminaron hacia la caravana y cogieron todas las cosas necesarias para aquella misión de rescate. Carl se fue a su tienda y yo me quedé grabando mis iniciales (AD) en una de las rocas de la hoguera de anoche. Después de un rato, Carl se vino conmigo con la excusa de que estaba aburrido.
Shane, el cual llevaba dando vueltas, sin hacer nada, cerca de él, se decidió a acercarse. No era tonta, lo había visto ojear a Lori y a Carl durante todo el día. Había aprovechado que la mujer se había alejado para venir cerca de Grimes para Dios sabe qué. Algo tramaba, algo en lo que no quería meterme.
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Una Dixon.《Carl Grimes.》
FanficDía y noche cazando, ¿alguna pega? La sangre Dixon corría por mis venas. Lo que yo no sabía es que todo lo que había vivido lo tendría que poner a prueba... O al menos, eso pensaba por aquel entonces. |No se admiten copias ni adaptaciones (©). Cualq...