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¹⁵

Cuando Athenea apareció en las puertas del palacio sonrió al ver qué allí estaba Heinrey junto a Einar y McKenna, los tres esperándolos.

— ¡Heinrey! — exclamó la pelirroja con emoción mientras corría a abrazar al príncipe.

— ¡Hermano! ¡Vi algo increíble! — exclamó Enzo mientras corría a sacudir el cuerpo de su hermano mayor.

Cuando Athenea miró arriba del hombro de su amigo, pudo ver a una mujer castaña, esta miraba como el príncipe y la princesa se abrazaban, a la pelirroja le hubiera dado igual si no hubiera notado que la mujer se agarraba sus manos con fuerza, como si se le molestara algo.

— Tenemos muchas cosas de que hablar — dijo Athenes mientras se separaba — Empezando por el hecho de darle un descanso a McKenna — dijo mientras empezaba a caminar a la entrada del palacio, el peliazul asintió confome y se fue atrás de su nueva ídola.

Heinrey sonrió encantado mientras iba atrás de ellos dejando a los gemelos con el equipaje de la menor, si McKenna iba a descansar iba a aprovechar que tenía a esos dos y explotarlos.

— ¿Por qué siempre tenemos que ser explotados? — preguntó Enzo mientras hacia levitar unas maletas.

— Ni tanto, Heinrey es el que más abusa de nosotros — dijo Einar — sin magia, podemos golpear a alguien — advirtió mientras carga una maleta.

— Teletransportación — propuso el menor, Einar miró a su hermano y sonrió, en un segundo desaparecieron con todas la maletas.

"Flojos" pensó Athenea al ver a sus amigos desaparecer — ¡Les tengo un chisme! — exclamó hacia McKenna y Heinrey.

Ambos se miraron entre sí, y en menos de un minuto el rubio ya la estaba jalando hacia su oficina siendo seguido por un McKenna resignando.

— Adivinen quien ya no está soltera — dijo la pelirroja mientras alzaba sus cejas varias veces y sonreía felizmente.

— Reina — suspiró con tristeza el rubio, tanto el peliazul como la pelirroja se golpearon la frente con la palma de la mano.

— Si, por el momento, un divorcio soluciona mucho — le restó importancia la princesa, Heinrey tuvo una esperanza — ahora, adivinen quien ya está con el hombre que ama — alentó nuevamente.

Ambos se miraron entre sí y se encojieron de hombros, no conocían a alguna mujer que estuviera con una persona que amara, muchas parejas eran formadas por conveniencia.

— ¡¿Cómo es que Kosair y tu son pareja?! — gritó Einar apenas apareció frente a la pelirroja — ¡Me tenías que decir a mi primero! — regañó.

— ¡¿Eres pareja del hermano de Reina/la emperatriz?! — preguntaron a la vez Heinrey y McKenna.

Athenea sonrió orgullosa, se sentía como una triunfadora.

• • •

Un pelinegro miraba el retrato de la princesa de Magique, una sonrisa se posó en sus labios y llevó su mano a la parte de la cabellera rojiza.

— Su excelencia — el líder del ejército dado por el Rey del Norte entró con temor a la oficina — las piedras de luna ya están listas para ser modificada — comentó.

— Enseguida voy — contestó, el soldado tomó eso para irse rápidamente.

"Es tan idéntica a su madre, pero sigue teniendo características de su padre" pensó el pelinegro mientras miraba los ojos de la princesa.

Para su pesar, ver el retrato de Athenea y su cabello solo le hacía traer viejos recuerdos a su memoria.

"— ¡Una guerra no es la solución! — exclamó una joven pelirroja de ojos azules.