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— ¡¿Que hizo qué?! — Athenea se puso de pie tras escuchar lo que Falhan había dicho.

La noche anterior había tenido un mal presentimiento, y con todo derecho, pues su novio había secuestrado al Vizconde Lotteshu.

"Uno no lo puede descuidar un segundo porque ya hace una tontería" negó la pelirroja, pero, ¿Que podía hacer?, Así lo quería.

— El Vizconde había mandado a unos bandalos a acabar con Kosair — explicó el Marqués.

Cuando Athenea escuchó eso su ira creció, con su gente nadie se metía.

— Ahora estoy a favor de Kosair, yo hasta lo hubiera matado — la emperatriz y el Marqués suspiraron después de escuchar a la princesa.

"Ahora entiendo porque se gustan, son tan parecidos" pensó Falhan con pesar.

— No necesito saber más, cuida de Navier, saldré un momento, de todos modos Enzo vendrá a cuidarla — dijo  Athenea mientras caminaba hasta la puerta.

— ¿A dónde vas? — le preguntó Navier.

— Bueno, arreglaré unos asuntos — le respondió con una sonrisa.

Cuando ls pelirroja dejó la habitación, Navier y Falhan se vieron entre sí, en cierta forma les preocupaba que haría la princesa, pero confiaban firmemente en que no haría una tontería, pues sabían que ella era alguien muy inteligente.

"Lo más seguro es que vaya a ver a Kosair, y después vaya con el Vizconde Lotteshu, aunque no se que planea" pensó Navier.

Conocía tan bien a su cuñada como para saber que e imaginar que haría, pero con el tema del Vizconde estaba muy desentendida, la pelirroja podía hacer tantas cosas que Navier no se sabía que decisión tomaría.

"Quizás decida usarlo"

• • •

Enzo miraba por la ventana mientras pensaba en que escribir, quería saber que pasaba con su hermano, pues solo se iba a ir por unas horas, pero ya llevaba casi dos días sin recibir noticias de él.

Confiaba firmemente en que él Rey William y el príncipe Levi no le habían hecho nada, pues pese a la sobreprotección que le tenían a Athenea, no dañarian a alguien inocente por el hecho de no haberla convencido de no arriesgarse.

— ¡Llegué! — Enzo del susto agarró un jarrón y lo lanzó hacia la persona que lo asustó. — ¡Oye! — exclamó el mayor mientras sus ojos brillaban a un tono rojizo y el jarrón de detenía en el aire — ¿Así recibes a tu hermano mayor?

— ¡Es tu culpa! ¡Si me ves concentrado en algo no me grites! — regañó el menor.

"¿Desde cuándo el menor regaña al mayor?" Se preguntó Einar mientras dejaba su maleta en una esquina de la habitación.

— Ahora dime, ¿Por qué no me dijiste que ibas a tardar más?, ¿Sabes lo preocupado que estaba? — le preguntó mientras se cruzaba de brazos.

— Oh, se me pasó — confesó — con el Rey estuve un día, la plática terminó tarde así que me invitaron a cenar...

— ¿Cenaste con mami Leah? — preguntó con el ceño fruncido Enzo.

— Sí, de hecho cuando se enteró que estaba ahí le encargó a la cocinera real que preparara mi platillo favorito — le restregó a su hermano.

Tanto Enzo como Einar tenían cierta rivalidad por el amor maternal de la reina de Magique, pues desde pequeños convivieron con ella, y el ser amigos de Levi y Athenea solo hacia que pasaran más tiempo con ella, por ello ambos eran como parte de la familia, lamentablemente un integrante más se unió a esa rivalidad, y lo peor es que iba ganando, Heinrey Lazlo había encantado a Leah, tanto que hasta lo había visto como posible candidato a la mano de la princesa.

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