El don de lo paranormal

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- ¡Eres una idiota! No te tomas nada en serio -te reprochó Rhodey.

- arruinaste la misión -continuó Nat. 

- ¡Podrías ser más responsable! -gritó Steve. 

- Yo creo que... -interrumpiste a Wanda. 

- ¡Ahí está! Gracias por defenderme -encendiste un cigarrillo. 

- eso no era lo que iba a decir... -respondió la sokoviana con severidad- creo que deberías irte 

- debes poner en orden tu vida, niña -mencionó Clint algo triste por cómo te trataban todos. 

- como sea, en algún momento me necesitarán. Mueranse 

Te balanceas hacia el ascensor y viste a Bucky allí adentro, él había estado entrenando. 

- ¿Qué tal la reunión? -preguntó para sacar conversación mientras el ascensor se cerraba.

- ¿Qué tal la reunión? -preguntó para sacar conversación mientras el ascensor se cerraba

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- del carajo -respondiste con los ojos cerrados masajeando tus sienes. 

- sabes, deberías intentar dejar las... 

- no -lo miraste enojada- no voy a hacer eso 

- destruyen tu vida. Yo cuando era soldado -lo interrumpiste. 

- no es lo mismo. Tú no tienes este don que carcome tu mente, así que vete a la mierda 

- ___ -te regañó Pietro. 

- lo digo con amor -le dijiste a Bucky retractandote. Y luego le tiraste un beso. 

- Claro... -cuando llegó a su piso estuvo dispuesto a irse, pero lo detuviste. 

- ¿A dónde vamos? 

- no, yo me voy 

- ¡Fantástico! -aplaudiste varias veces- voy por mis cosas así nos vamos 

Bucky rodó los ojos y te esperó, a pesar de todo le parecías una persona agradable, pero que necesitaba poner en orden su vida.
Cuando preparaste un pequeño bolsito saliste al estacionamiento y viste a James en su auto esperándote, abriste la puerta y te tiraste el asiento trasero. 

- tengo que hacer una parada antes, ¿Dónde quieres que te deje? 

- mmm... por ahí -respondiste. 

Bucky rodó los ojos, pues en realidad no tenías a donde ir, siguió conduciendo en silencio hasta llegar a donde quería y te dejó en el auto. 

- nadie confía en ti 

- cállate Pietro -protestaste. 

- ¿No prefieres comer algo? ¿Beber un jugo de naranja y comer una hamburguesa? 

- las hamburguesas no se fuman -te quejas. 

Es duro haber nacido con la habilidad de comunicarte o invocar a los muertos, la ironía de eso es que le temes a ellos, te atormentaban desde que eras pequeña y la única forma de amortiguar eso era con alcohol y drogas, lo que no te hacía muy competente a la hora de una misión, y eso era lo que molestaba tanto a los vengadores. 
Eras un completo desastre, según tus compañeros, pero no veían tu completa disposición a ayudarlos todo el tiempo, pues eran las únicas personas que te quedaban, tu familia había muerto cuando cumpliste 14 años y desde allí fuiste reclutada por Nick Fury.
Ellos creían que no servías para nada, francamente no se ponían en tus zapatos, todos tenían sus propios problemas, pero nadie entendía lo que era convivir todo el tiempo con tu peor temor, a excepción de Strange, él tenía grandes conocimientos sobre lo paranormal y digamos que... te comprendía, sin juzgarte. 

One-Shots Benedict Cumberbatch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora