Sherlock bajó la mirada sintiendo una intensa tristeza, sabía que había arruinado su cercanía contigo al fingir su muerte, pero no podía dejar que volvieras a la fiesta, esperaba que no lo hicieras, porque si decidías rechazar la propuesta que planeaba, la cual se formó en su mente, sabría que te perdió para siempre.
- podría fingir que los tengo -se apuró a decir para que te detuvieras.
- ¿Cómo dices? -volteaste extremadamente confundida antes de tomar el picaporte.
- Podría fingir tener sentimientos... si accedes a pasar esta noche conmigo
- ¿Otro experimento? -alzaste una ceja- no soy uno
- ¡No! Tú no eres eso -dió unos pasos hacia adelante y luego se retractó, dando dos pasos hacia atrás- tú eres más
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- ¿Qué planeas, Sherlock? -sentías que tu corazón iba a sufrir un colapso, años habías soñado con ese momento, noches enteras.
- lo que quieras... -se aclaró la garganta y agachó un poco la cabeza- sólo no quiero pasar esta noche solo... no podría llegar y convivir con todo ese silencio
- pero, eso es lo que siempre quisiste -tratabas de sonar lo más severa posible, Holmes siempre había jugado con tus emociones, no querías eso de nuevo- la frase "la soledad es lo que tengo, la soledad me protege" ¿No te recuerda a algo?. Siempre nos alejaste a todos de tu vida, Sherlock ¿Y ahora te sorprende que estés nuevamente como al principio?
- se resignó- esta es la justa razón por la que actúo de esa manera. Tú me estás cambiando, y no para bien... Ya no podía concentrarme
- lo interrumpiste- ¿Yo te estoy cambiando? ¿Cómo pude hacerlo? Si fingiste tu muerte por 2 años
- de nuevo con eso -rodó los ojos.
- ¡Sí! De nuevo con eso -protestas al borde de las lágrimas.
- Quieres que lo diga ¡Okey! -dijo casi gritando, estaba perdiendo la paciencia- lo único que me mantuvo cuerdo y con fuerzas para seguir, cuando debía desmantelar las redes de Moriarty fuiste tú
Ante aquella confesión el ambiente se tensó y permaneció un rotundo silencio.
- ¿Qué?...
- Como oíste. Fuiste tú, tu forma de ser me cambiaba lentamente, me convertía de nuevo en humano. Ya no era sólo la calculadora sin corazón
- ¿Cómo podría creerte? Te he visto manipular las emociones de Molly, ¿qué tal si me haces lo mismo a mí?
- suspiró pesadamente- ¿Acaso yo podría decir cosas que me resultan tan cursis? -sacó su billetera y enseñó una foto carné tuya- Te la saqué del bolso hace años...
