Sherlock estaba apunto de disparar, pero no tenía el valor, a pesar del corto tiempo, eras una persona que no estaba dispuesto a perder, aunque no lo hubiera dicho, y menos si su hermana loca esperaba que él aún fuera... humano.
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- Sherlock -mencionaste con un nudo en la garganta- Hazlo
Negó, aunque quisiera, no podía jalar el gatillo.
- John va a morir, ¡Sherlock, por dios santo! -lágrimas cayendo por tus mejillas, corriendo el rímel.
- Dios no tendría el poder que tengo ahora -si no te mataba moría su amigo, y si te mataba moría la única persona a la que cree haber amado.
- Yo ya tomé mi decisión, Sherlock -abriste los ojos por primera vez, mirándolo fijamente- Vamos detective, salva a mi hermano -trataste de regalarle una sonrisa, para demostrar que era tu última voluntad, salvar a Watson.
Pero lo único que detonó el "Vamos detective" fueron los recuerdos vividos contigo desde que se conocieron:
Pasó tiempo mostrándole fotos de cadáveres a Archie hasta que sintió que alguien tocó a su puerta. Se levantó, dejando al pequeño frente a la pantalla con un triple homicidio, y cuando por fin abrió la puerta se topó con la espalda de una joven, vestido un poco más arriba de las rodillas, bastante colorido, y zapatos con poco tacón, para no dejar en vergüenza a mujeres más bajas.
- Hola -te diste la vuelta regalándole una sonrisa- ¿Sherlock, cierto?
- En efecto -te miró de arriba abajo, deduciendo todo lo necesario de ti.
- ___ Watson -te aproximas a abrazarlo, invadiendo, dejando sin espacio personal entre ustedes- La hermana menor de John, él me habló sobre ti
- Sí, a mí también... -se quedó tieso, y lo único a lo que atinó fue a dejar palmadas en tu cabeza, a lo que después te alejaste.
- Entonces asumo que sabes que soy una de las madrinas, la más importante de hecho -reíste por tu propio egocentrismo disfrazado- Vengo a buscar a Archie
- Oh, sí -se hizo a un lado, moviendo la mano como gesto de que puedes pasar- Está... en la computadora
- Viendo cadáveres -oíste al niño decir, por lo que Sherlock creyó que ibas a regañarlo de alguna manera, ya que pensó que eso haría cualquier persona común.
- ¿En serio? -dijiste asombrada- Cool, ¿Puedo ver también?
- ¿Q- qué? -preguntó Sherlock estupefacto.
- Me gustan estas cosas. Me la paso viendo documentales criminales
Sherlock iba a reprochar lo que dijiste, pero te adelantaste.
- Sé que no es lo mismo, ya que tú los vives. Y me encantaría oírlos -frunció el ceño ante eso, nadie se había mostrado emocionado de alguna forma por sus deducciones y casos- ¡Vamos detective! Mueve tu trasero al sillón. Y si quieres preparo té -le sonreíste.
