Que Ron aceptara su infidelidad tan tranquilo, como si hablaran del clima se había sentido como una bofetada lanzada con mano de fuego, sobre todo porque ella creía tener un matrimonio estable, basado en la confianza. Era evidente que Ron había interpretado muy bien su papel durante diez años... ¡Diez años!
Ella siempre había hecho lo posible por mantener la llama viva de su amor, pero sin percatarse, había llegado a un punto en donde dejó de hacerlo, quizá como consecuencia de nunca haber sentido el apoyo de su ahora exesposo en lo que se refería a su trabajo. Se sentía mal por pensar de ese modo, pero en muchas ocasiones casi había percibido envidia de que ella fuera cada vez más exitosa en el campo profesional mientras que él era cada vez menos recordado por lo ocurrido dos décadas atrás y de lo que ya nadie hablaba.
A lo largo de los años, Hermione había ido escalando posiciones en el Ministerio de Magia y actualmente era la jefa del Departamento de Cooperación Mágica Internacional. También su amigo en común Harry Potter lo era del Departamento de Seguridad Mágica, pero Ron, a pesar de ser un exitoso empresario con una cuantiosa fortuna, seguía siendo el hombre inseguro que quería sobresalir, el que buscaba adulación y no la tenía en cantidades suficientes.
Diez años... y otro hijo...
Hermione vertió otro poco de whisky en su vaso, tomó la mitad y volvió a leer el pergamino. Pensaba, siendo sincera consigo misma, que jamás podría haber competido con Evangeline. Hija de uno de los mortífagos más cercanos al desaparecido Lord Voldemort, Rabastan Lestrange, había tenido una vida tranquila en su natal Noruega, lejos de la influencia de su padre y de la guerra mágica que se libraba en Reino Unido. Su madre, una hermosa bruja sangre pura con quien el mortífago había tenido un juvenil romance, la había enviado al Instituto Durmstrang donde ella había sido educada. Cuando su padre escapó de Azkaban, la buscó y la presentó al mundo mágico. Aún años después, la belleza de la mujer era casi fuera de este mundo y por supuesto, Ron no había podido evitar caer en los encantos de aquellos almendrados ojos verdes, su largo cabello negro, y su piel tan blanca que incitaba acariciarla.
En cambio, Hermione hacía varios años que peinaba prematuras canas, sus ojos estaban rodeados de finas líneas de expresión que se profundizaban cuando sonreía y había tenido dos hijos por lo que su cuerpo tenía estrías y algo de flacidez aunque estuviera delgada. El arduo trabajo tanto en la oficina como en la casa había pasado la factura. Amaba su faceta como profesional pero en ese momento se sentía derrotada, frustrada pero sobre todo insegura y preguntándose qué haría con su vida.
Sin moverse de su asiento, invocó la varita que estaba sobre una pequeña mesa frente a ella, hizo un ligero movimiento de la mano hacia el reproductor de música muggle a pocos metros de distancia, y empezó a sonar una vez más esa tarde, el vals que ella y Ron habían bailado el día de su boda veinte años atrás.
Al terminar la Segunda Guerra Mágica, Ron y ella, después de todo lo vivido, habían decidido casarse en octubre, apenas cinco meses después y seguramente ese había sido el primer error en su relación. Debieron haber dejado que el polvo de la guerra se asentara y pensar mejor lo que querían hacer con su vida. Pero habían sufrido tanto al estar separados durante la búsqueda de los horrocruxes, que quizá se habían precipitado al casarse. Ambos lloraron de felicidad cuando a los pocos meses descubrieron que iban a ser padres. Primero nació Rose y luego llegó Hugo. Para ese entonces, Ron había dejado su puesto como auror por un trabajo más tranquilo al lado de su hermano George. Ya había tenido suficiente de vivir con la adrenalina al tope y Hermione lo agradecía. Ella no tenía paz cada vez que habían misiones encubiertas para atrapar exmortífagos que no habían sido detenidos al morir el Señor Tenebroso. Trabajando en Sortilegios Weasley, el mayor peligro era que explotara alguno de los artefactos de broma que George disfrutaba en crear.
Ron viajaba mucho pues constantemente estaban buscando nuevo material y proveedores para sus tiendas, mayoritariamente ubicadas cerca de escuelas mágicas del mundo al ser sus principales clientes los alumnos de esas instituciones. Era por eso que se ausentaba muchas veces por varios días, sobre todo cuando visitaba cierto país. Él decía que ahí era donde estaban la mayoría de sus proveedores. Al fin había comprendido la verdadera razón.
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Cadena de errores
FanfictionHermione se entera de un secreto guardado por más de diez años que le cambia lo que hasta ese momento consideraba una vida perfecta. Fictober 2021. #1 fictober2021: 12-10-21-17-10-21/ 04-12-21-14-12-21/05-03-22-07-03-22/16-05-22-19-05-22/26-06-22-30...