Esta noche pídeme lo que quieras. [+18 ]

Capitulo: 56

Ale.

Sorprendida observo como Daniel, no deja que Josh nos habrá la puerta como siempre, si no  que es  el  quien Vuela  fuera del coche, me ofrece la mano y me guía  a la casa Adams. Va echo una furia y no se si es conmigo o con el mismo. Esta que mascullas cosas inteligibles por lo bajo. ¿Que le pasa ahora?  Trastabillo un poco al llegar a los pies de la escalera. Se detiene en seco y sin decir nada se agacha y me alza en voladas y sube conmigo en brazos hasta su habitación. No grito por la sorpresa, algo me decía que eso es lo haría. Le encanta hacerlo.  Esta casa me ha visto llegar de esta manera mas veces que recuerdo.  Daniel arrastrándome por la graba. O conmigo en sus brazos. No es que me queje, pero soy capas de caminar yo solita. .
Se detiene en la puerta negra y brillante de su habitación. Y no me baja al suelo si no que me tiene en sus brazos, a centímetros de su cara.
— Que yo puedo caminar — protesto en broma echando la cabeza hacia atrás.
Me mira serio. Tiene los labios en una línea tan recta, que me parece que me va arrancar la cabeza. ¿ Esta cabreado Conmigo? ¿Ahora que le hice para que se encuentre en este estado de enojo?

— ¿Te molestaría no saludar a mi puto chofer? — dice en tono suave.
Le miro a esos ojos grecices que en otros momentos me miran de una manera tan diferente y reprimo las ganas de poner los ojos en blanco cuando mi subconsciente saca la cabeza detrás de una puerta.  Ya estaba tardando. Me dedica una mirada que dice: este esta celoso.
— No tendría buenos modales si hiciera eso—  le contesto y no puedo ocultar la sorna en mi tono. Debería estar intentando calmarlo, pero que me prohíba hablar con su chofer ya es ridículo. Tendría que no verlo para no saludarlo— además Josh solo es amable, Daniel.

Me mira boquiabierto y atónito. No logra salir de su asombro mientras yo me muerdo las mejillas para no desternillarme en su cara. Esto es de lo que no hay. Daniel esta celoso de su chofer. Josh es muy apuesto, pero Daniel no tendría porque estar celoso de el. Josh es el novio de Ava su hermana. Aunque el no sabe esa parte de la historia. Y no voy a ser yo quien se lo cuente. No soy cotilla.

— No te hagas la listilla conmigo, Alessia— me dice aparentemente calmado.
Entra en la habitación y me deja  en medio. ¿Esta fingiendo indiferencia? Pierde su tiempo se que esta celoso.  Me fijo en que las cortinas están corridas, dejando ver las vistas al balcón, atreves de las puertas  de cristal.  Entonces se me cruza una idea retorcida por la cabeza, no propia de mi, pero verlo haciéndose el que no esta celoso me puede. Se que no le gustara lo que pasa por mi mente.
Frunce el ceño cuando me ve que abro las puertas que dan al balcón. Sonrió.
— ¿Se puede saber que  estas haciendo, Alessia?
Me cuesta horrores no reírme de su confusión. Lo estoy provocando y me gusta, aunque después se que me arrepentiré, pero mi niña interior gana. Y empiezo a retroceder, caminando de espaldas, con los ojos de Daniel en mi.
— ¿Te gusta que sea lista? — le pregunto cuando ya he cruzado el umbral y siento el calor en mi piel, gracias al sol del atardecer de Seattle.
Entorna los ojos intentando descifrar que es lo que pretendo. Y a empesador a caminar también hacia donde estoy.

— Ahora mismo no me esta gustando nada tu insolencia — espeta — ven aquí, necesito que me digas que horas lo que te he dicho — ordena con los brazos extendido hacia mi, llamándome. No deja de avanzar, mientras yo sigo caminando de espaldas.

Niego con la cabeza y en su rostro se transforma en unas de horror absoluta.
— Mueve el culo aquí, Alessia — amenaza.
— No — le replico.
  No puedo creer lo que estoy apunto de hacer. Soy una niña. Estoy siendo muy retorcida en estos momentos.  Voy a cobrarme lo que me hizo antes de irse a Londres. Le Dara un ataque.  Retrocedo con los ojos puestos en el hasta que choco con el barandal del balcón. Con prisa me vuelvo y grito a todo pulmón para que me escuche.
— ¡Cosa bien echa!
Josh que se encuentra con su móvil, junto al choche de Daniel, alza la vista y le veo sonreír antes de que Daniel me jale de la mano y me lleve de regreso por donde he venido. Me parto de risa mientras corro detrás de el.  Esta que echa chispas. ¡Se lo merece!