Capitulo 26.
Alessia.
¡Madre mía soy la adicción de Daniel! El contacto de su lengua en mis labios solo hace que quiera decirle que si, que haré lo que él quiera. Soy patética, como puede siquiera pasar por mi cabeza darle lo que quiere. ¿Pero qué hay de lo que yo quiero? Lo quiero a él .Darle la oportunidad de arreglar lo que ha hecho. Humillarme. Seria bueno para los dos ¿Qué querrá proponerme ahora?¿Qué le dé otra noche?¿Lo haría? La curiosidad por saber lo que tiene en mente me hace dudar, y si le digo que si y luego me hace lo mismo. No quiero que vuelva a ignorarme. Soy tan patética que en el fondo de mi corazón esperaba que se enamore de mí, como yo ya lo he hecho él. Eso algo estúpido de mi parte por que él nunca estará disponible. Algo se rompe en mi interior. Mi corazón.
Suelto el aire contenido y digo tratando de sonar lo más convencida que puedo:
___No, no cenaré contigo Daniel.
___Si, si lo harás. Déjame convencerte ___Surra en mi cuello, el aliento tibio que sale de su boca hace que me estremezca de pies a cabeza, que el calor de mi cuerpo suba rápidamente, pidiendo que lo apague. Que el lo apague___ Déjame que te demuestre lo que puedes obtener de esa cena. Déjame demostrártelo dulce Alessia. Solo si aceptas lo sabrás.
___No, no puedo...___ un gemido escapa de mi boca cuando lame mi cuello.
___Me encanta tu cuello. Si, si puedes. Y no saldrás de esta habitación hasta que aceptes cenar conmigo___ su boca muerde el Lóbulo de mi oreja derecha, muy despacio. Calor, calor, el calor se centra ahí. En mi epicentro y lo peor de todo es que él lo sabe. Sabe lo que causa y despierta en mí. Lo deseo aquí y ahora.
___¿Qué gano yo de esta cena Daniel?
___ Acepta y descúbrelo,___ Pega su cuerpo al mío. Su erección da una sacudida entre los dos. La sangre me hierve en las venas, mi corazón está acelerado, intento tragas Saliva pero la boca la tengo seca. No lo consigo. Algo me dice que no debo aceptar su propuesta, algo siempre me dice que debo alejarme de Daniel, pero ya no puedo. Me enamoré de don mandón. Y eso solo me traerá sufrimiento. La expresión de que dos polos opuestos se atraen en estos momentos es verdad.
Sus manos están en la puerta y la otra en mi cadera, su contacto me calienta el alma, y me hace tener esperanza en que si que puede ser diferente. Estoy idiotizada por su forma de respirar en mi oreja. Su boca besa mi cuello, y yo echo la cabeza hacia atrás, contra la puerta.
Mi boca se niega a decir lo que mi cerebro le ordena. Trago saliva ruidosamente. Sonríe en mi cuello. No es una sonrisa con ruido, pero siento como su boca sonríe pegada a mi piel. Es un arrogante y lo usa para obtener lo que quiere, cuando lo quiere.
___ Si...___ se me escapa de la boca. Mi cerebro ya se ha vuelto obsoleto como siempre que estoy cerca de Daniel y su perfección. Su seducción. Y su mirada impasible.
Me agarra de la cara, con ambas manos, obligándome a mirarlo. Su mirada no es la de siempre, sonríe y es una de esas sonrisas que me deja tonta, y le ilumina la cara de una manera especial. En estos momentos me gusta pensar que esa sonrisa solo hace apto de presencia cundo estoy con él. Una sonrisa que guarda celosamente solo para mí. Sus ojos brillan. Esperanzados. ¿soy la que causa ese efecto en él? No lo creo, solo sonríe así por que ha vuelto a ganar. Ha conseguido que le diga que sí. Que vuelva ser solo una noche. Una cena.
___ Está noche Josh pasará por ti___ dice, informándome de que tengo que estar lista. O tal vez solo para decir algo, ya que solo nos miramos. Asiento.
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Esta noche pídeme lo que quieras. [+18 ]
RomanceEmbestida de sus caderas y ya estoy en el cielo... Empellón y su manera de mirarme ya estoy de regreso en la tierra... Daniel es así de impresionante y las mujeres que disfrutan de su compañía difícilmente lo olvidan. Pero lo que a el le gusta...