Ale.
Él me observa intensamente con su mirada de acero, y no Parece tener intención de dejar de hacerlo. Ya no puedo sostenerle más la mirada. Debí ir a bailar a la pista de baile con los demás. << Si tienes dos pies izquierdos >> se mofa mi subconsciente. Pongo los ojos en blanco mentalmente ante su comentario. Creo que prefiero hacer el ridículo en la pista de baile ha estar aquí ante la mirada penetrante de Daniel.
Se levanta, se pone al frente de mí y desde su altura me mira. En este momento mirándole desde abajo es más intimidante todavía y yo me siento más pequeña que una pequeña hormiga.
Mis ojos cobran vida propia y se desvían hacia el inmenso bulto que tiene escondido debajo de sus pantalones.<< ¿Es tan grande?>>. Se percata de adónde miro, y reprime una sonrisa tapándose la boca con el dedo índice, privándome de su sonrisa, estoy segura de que es una sonrisa de esas que te dejan tonta.
Se inclina a la altura de mi oreja y dice muy despacio:
__ Crees poder con todo, Alessia__ me ruborizo. ¿Qué si puedo con todo? Estará refiriéndose a su descomunal bulto. Y ¿por qué no me molesta que me llame por mi nombre completo? Sera por que de su boca suena tan bien, o porque cuando esta cerca no tengo las fuerzas suficientes para enfadarme con él, por que me llamarme así. Si fuera otra persona ya le abría corregido. Pidiendo que me llamara como todos lo hacen. Daniel anula cada parte razonable de mí. Y eso me asusta y dispara cada alarma de mi cuerpo a no querer estar en el mismo sitio donde él esta, pero por otro lado no puedo evitarlo. Eso no puede ser nada bueno.
__ ¿Qué?¿A que te refieres?__ me levanto mirándolo a los ojos.
__ Se que me estabas viendo el paquete, pero no me refería a eso. Lo que quiero saber es si podrás con mi juego. Su juego. Entonces el parloteo que escuché de las dos mujeres en los baños, y luego en el salón, eran ciertas. ¿Pero ha que juego se refirieron?
__ ¿De que me hablas? ¿Que juego?__ tiene cara inexpresiva, pero una mirada lasciva que me atraviesa y me calienta como nada lo ha echo.
__ Mañana te lo mostrare. Hoy no. Podría hacerte mucho daño, tierna y dulce Alessia. Y no quiero que salgas corriendo como ya lo has echo antes.__ Mira a la barra, yo también sigo la dirección de su mirada. La mujer rubia del CANLIS está sentada en la barra, sonriéndole con una copa en la mano, esperando para clavarle las zarpas, es la propia belleza encarnada, es una mujer muy seductora, y segura de si misma__. Y ahora debo irme.
<< Se va con esa mujer y sus manos sueltas, No puedes permitírselo>> Me aconseja mi subconsciente enfadada, como una mona.
__ ¿Qué me mostraras mañana, Daniel?__ digo confusa__. Y ¿a que te refieres con hacerme mucho daño?
__ No sea impaciente señorita Alessia. Mañana por la noche pasaré por ti y lo descubrirás. Y ahora te dejo para que disfrutes con tus amigos de tu cumpleaños.
__ Y si no quiero esperar asta mañana por la noche.
¡Que me pasa! Yo no soy así.
Desliza el dedo pulgar por mi labio inferior. Lo miro a los ojos haciendo acopio de todo mis fuerzas para no serrarlos por su contacto. Me duele la nuca de tanto mirar hacia riba. Contengo el aliento.
__ Así tiene que ser. Quiero morder este labio carnoso tuyo.
__ Yo... quiero que lo hagas.
Su cara es inexpresiva como siempre. Únicamente sus ojos grises delatan el deseo que siente. Quiero que sus labios me besen, y poder saborear los labios de Daniel una vez más. Mi boca lo pide. Toda yo lo pide a gritos.
Sierro los ojos al momento que veo que llega lo que mi boca pide ansiosa. Pero lo que recibo es un beso en la frente. Luego pega su boca a mi oreja y susurra con un tono muy erótico, que hace que me hierba la sangre.
__ Respira. __ es ahora que me doy cuenta de que he estado conteniendo el aliento. Se aparta __ un gusto volver a verla señorita, Alessia.
Y, ya no se que más decir para retenerlo. Me a dejado con la mente en blanco. Solo me queda ver como Doña manos sueltas le saluda con un beso en la mejilla. Caminan a un reservado, saludan a mujeres y hombres. Daniel Hace un gesto con la mano derecha y todos caminan en parejas, La mujer rubia se cuelga de su brazo y los siguen hasta una puerta negra, custodiada por el grandullón amigo de Jessica. Desaparecen de mi visión cuando la puerta se sierra. Adonde lleva esa puerta es un misterio, al igual que el. << No quieres saberlo>> inquiere mi subconsciente curiosa ¿Debería investigar...?
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Esta noche pídeme lo que quieras. [+18 ]
RomanceEmbestida de sus caderas y ya estoy en el cielo... Empellón y su manera de mirarme ya estoy de regreso en la tierra... Daniel es así de impresionante y las mujeres que disfrutan de su compañía difícilmente lo olvidan. Pero lo que a el le gusta...