Capitulo 52.

12.9K 680 124
                                    


Ale




Daniel a dispuesto nuestros lugares de manera que no me deja lejos de el. Todo es como lo quiere. No le gusta tenerme lejos, y no es que me queje. ¡¡¡Me encanta!!! Estoy que me derrito ante sus grises ojos, que me observan desde al frente a tan solo unos pocos... Madre mia a Daniel solo le bastaría alargar una mano para poder tocarme. Es algo que estoy segura que quiere hacer en estos momentos. Y también estoy segura que a dispuesto así nuestros lugares para actuar según su conveniencia. Sus ojos brillan complacidos, complacidos de tenerme sentada aquí, complacidos de haberse salido con la suya. De no aceptar un no por respuesta seria su lema y vaya que no acepta un no. Intentar llevarle la contraria seria una batalla perdida. Algo que mi pobre cerebro no pude ganar. Dejo de ver como tiene la mirada clavada en la mia y miro la comida.


- ¿Has cocinado tu?,__ pregunto, forzando una voz serena. ¡¡¡No me encuentro para nada serena!!! Estoy que ardo y me siento cada vez mas nerviosa y me pondré mas si continuada analizándome con cada parpadeo que dan sus ojos.


- No- responde con voz tranquila. ¿Como puede estar tranquilo? .- Aunque me gustaría hacerlo algún día. Alimentarte como se debe, Alessia- añade.


- Me gustaría ver eso otra vez - sonrió cuando la escena de está mañana en la cocina se reproduce en mi cabeza la mas agradable, no la desagradable donde discutimos y mis uñas entraron en acción, me siento mal por eso.


El sonríe con picardía ¿sabe lo que estoy pensando? ¿Como lo sabe? Entonces finge una line recta en los labios.


- Desde luego no espero estropear lo que prepare. Puedes ayudar si quieres - sus ojos arden, estoy segura lo que menos le esta pasando por la cabeza es cocinar. ¿O tal vez si?


El calor se instala en mis mejillas. Seguro parezco un tomate. Le sigo el juego. Esta haciendo que me tranquilice y la verdad lo esta consiguiendo. Pero que estoy diciendo si estoy a punto de gritar. Mierda estoy echa un lio de emociones.


- Me gustó ese desayuno - suelto con tono inocente dejando que el alcohol saque mi lado descarado. ¡¡¡Tengo uno!!! Y lo peor de todo lo estoy usando con Daniel!!! ¡¡VIVA YO Y MI RECIENTE DESCARO!!


Sonríe. No me lo pondrá tan fácil. Dejo de mirarlo y vuelvo a poner la vista en la ensalada o perderé la guerra.


- A mi me gusto mas lo que hicimos después - su tono es tan sexual.


Reprimo un jadeo y alzo la vista. Un incendio. Siento un incendio en las mejillas y en otra parte de mi anatomía, el pulso se me carcelera mientras sus ojos se oscurecen de deseo y todo esta dirigido hacia mi. Trago saliva.


- ¿Te refieres a la discusión? - suelto y me arrepiento al instante de permitir que las palabras abandonen mi boca antes de que mi cerebro obsoleto intente procesarlas.


Se le borra la sonrisa picara de los labios y es remplazada por una de póker absoluta. Ya esta la he jodido pero bien.


- No, no me refería a tu desobediencia,- gruñe con las mandíbulas tensas.


- ¿Entonces si no fuiste tu quien cocino?- le pregunto intentando volver al tema de la comida o terminaré mal-. ¿Quien lo hizo? - Que pregunta mas tonta he hecho - ¿ Has pedido la comida a algún restaurante? - vuelvo a intentar con una voz culpable.


- No. Ha cocinado, David.


Frunzo el seño. ¿Quien es David? Sera otro de sus amigos que...


- ¿David?, - detecto el recelo en mi voz por mas que lo he intentado ocultar. No a funcionado y lo se por que entorna los ojos y me somete a un escrudiñimeto digno de Don controlador.

Esta noche pídeme lo que quieras. [+18 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora