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AndreaUn ruido me hizo despertar, me giré a mi mesita de noche y en el reloj se mostraba "06:38 am.", volví hacia Samuel y este dormia placidamente.
Sus ojos cerrados, nariz respingada y labios gruesos, baje un poco la vista y tenia la sabana hasta la cadera, su abdomen bien marcado y suave, la delgada sabana marcaba un poca ereccion mañanera, me reí y me subí sobre él.- ¿Que haces, cariño?.- Preguntó gruñendo y aún sin despertar del todo.
- Estoy aburrida, Sam.
- Tengo sueño, amor. Déjame dormir, por favor.
- ¿Y si te despierto con besos?
- Mañana, hoy tengo sueño.- Me reí y bajé lentamente mi mano a su entrepierna -. Amor...
Pasé mi mano por toda su longitud, era grande y grueso. Lo apreté y Samuel se movió un poco.
- Cariño, déjame dormir.
- ¿Seguro?.
Volví a apretar su miembro y soltó un pequeño gruñido. Me acerqué a su cuello y deje un húmedo beso, bajé por su abdomen y quedé al nivel de su cadera.
Bese el glande y lamí todo el largo, lo escuché jadear y sentí sus dedos enredarse en mi cabello.
Logré la erección completa, sus manos me llevaron hacia arriba y él sonreía, en un solo movimiento me giró y quedo encima de mi.
Soltó los botones de la camisa con la que dormí y mis senos quedaron a su disposición, tomó mi pezón con sus dientes mientras masajeaba el otro, subió a mis labios, tomó mi mentón y pasó su lengua encima de mis labios para luego morder el inferior suavemente. Se acercó a mi oído y susurró.
- Te recomiendo morder la almohada si no quieres que vuelvan a escucharte.
Un escalofrío recorrió mi espalda, mordió mi mejilla y bajó hacia mi intimidad, las sabanas cayeron al piso y él subió mis piernas dejándolas inclinadas hacia el techo.
Pasó sus dedos, indice y del medio, por mi vagina y acarició mi clítoris, jadee y su boca se apoderó de mi intimidad. Enrede mis dedos en su cabello despeinado y lo moví a mi antojo, sus manos viajaron a mis muslos y apretó para hundirse mas en mi vagina.
Metió la lengua, saboreo mi excitación, mordió mis pliegues, solté un gemido cuando uno de sus dedos acompañó a su lengua, entrando y saliendo.
Estaba a nada de correrme cuando sacó sus dedos y subió a mi boca, se bajó de la cama y tiró de mi hasta la orilla, abrió mis piernas, tomó su pene y pasó la punta por mi húmeda vagina.
- Follame, Samuel.- Rogué y este sonrió.
- ¿Recuerdas como me dejaste anoche?
"Mierda..."
- ¿Te gustaría que te deje a medias?.- Preguntó
- No solo yo quedaré con ganas.- Respondí y apreté su pene.
- Lo mio se baja, pero tú... necesitarás más que solo tus dedos para lograr el orgasmo como el que te dí en tu estudio.- Él tenia razón.
- ¿Que quieres, Samuel?.- Pregunté impaciente.
- ¿De ti? Todo.
Se lanzó a mi boca y me besó, puse mis manos en sus nalgas y lo tiré a mi, su pene pasó por mi humedad y Samuel gruñó. La puerta sonó y Samuel lanzó una maldición sobre mi boca.
- ¡Lárgate, Raphael!
Volvió a besarme, me penetró de una sola estocada y comenzó a moverse rápido, empecé a gemir descontroladamente gracias a él y sus penetraciones.

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Andrea
RastgelePRIMER LIBRO DE LA BILOGIA "SALVATORRE" • A veces el amor no lo vence todo, tenemos que vivir para aprender. Andrea lo sabe, Andrea nos cuenta su vida, nos cuenta como conoció el amor y le fue arrebatado, nos cuenta como luchó y como le dió valor a...