Capitulo •14

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"
Samuel

Estábamos cenando cuando el celular de Andrea sonó, ella se puso de pie y fue a un rincón a responder.

- ¿Quien habla?.- Hubo un silencio -. ¿Ma...?.- Se volvió a quedar callada y abrió la boca con un suspiro ahogado -. Por favor, si quieres llegar a mi, dime donde y cuando pero no le haga daño a ellos, mis padres no tiene la culpa de...- Me acerqué a ella y tenía la respiración acelerada, estaba nerviosa y asustada -. Mami... ¡No! ¡Papá!

Tras su grito sus piernas fallaron y se desvaneció llorando, la tome antes que caiga y Raphael junto a Victoria corrieron hacia nosotros.

Raphael tomó el celular de ella y lo puso en altavoz, solo logramos escuchar lo último.

- Ya me escuchaste, linda. Va a llegar tu hora, Andrea.- Amenazó un hombre y luego hubo una pequeña inteferencia para seguir -. Te amo, hija.- Un susurró de parte de su madre seguido de el ruido de un disparo y la línea se cortó.

Cargué a Andrea y la llevé a nuestra habitación mientras Raphael avisaba a todos los guardias para que estén reunidos abajo. Victoria se quedó con ella y me fui con Raphael a la puerta principal.

- Los quiero a todos despiertos, pendientes a cualquier movimiento sospechoso. ¡Vamos!.- Ordenó Raphael y volvimos al salón luego de ver como todos corrían a sus posiciones.

- ¿Garza?.- Preguntó.

- No, dudo que tenga que ver con ellos. Esto es algo peor.-Le respondí sacando mi arma y sentándome en el sofá del salón junto a él. Sacó la suya y la dejó sobre su muslo.

- El abuelo antes de morir dijo que no tenía guerra con nadie.

- Tal vez no con el abuelo, pero si con el padre de Andrea. Y ahora que ella está de regreso...

- La guerra regresa con ella.- Terminó por mi y asentí.

Pasamos la noche callados, atentos a cualquier ruido de afuera o arriba.

Subí varias veces a ver como estaban y ellas seguían dormidas, Raphael se dormía por ratos y no lo molesté, mantenerse despierto toda una noche era difícil para nosotros.

****

Desperté por los rayos del sol que entraban por las ventanas y Raphael estaba despierto, miraba tras la ventana.

Escuché un portazo, voltee a las escaleras y Victoria bajaba con Andrea, mi esposa ya no lloraba. Su pijama había desaparecido, ahora estaba con un vestido apretado negro y botas con un poco de plataforma, de sus hombros colgaba un abrigo de cuero negro.

"¿Que le pasó a sus vestidos floreados y zapatos bajos? ¿Se le metió el diablo a esta?..."

No nos miraron, Andrea salió de la casa junto a Victoria y Raphael y yo fuimos tras ellas.

- ¿Que haces? ¿Como se te ocurre salir?

- Debo saber que pasó con mis padres.

- No puedes irte, te están buscando a ti.- La detuve sosteniendo su brazo y ella se soltó con un tirón.

- Son mis padres, ellos siempre estuvieron para mi. Lo menos que puedo hacer es darles un entierro como lo merecen.

- Si es que encuentras sus cuerpos.- Avisó Raphael y Andrea lo fulminó con la mirada.

- No me importa si es seguro o no, iré.- Dijo Andrea y se puso unos lentes oscuros para llegar a la cochera. Tomó una de las llaves que estaban colgadas y buscó el auto entre los demás.

AndreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora