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Andrea- He visto tantas mujeres en las calles, pero definitivamente, ni una se compara contigo, amor.- Dijo Enzo, tomando mi mano para acercarme a él.
Me puse un vestido sin escote, rojo, corto e informal, nada que ver con el ambiente.
- Guárdate los piropos, no me gustan.- Dije tajante, quité mi mano y me senté en una de las sillas de la terraza.
- Andrea, esto se hará más fácil si cooperas. No te he mentido en nada, estoy tratando de conservar la paciencia y no manejar esto a mi manera, créeme, no me lo estás dejando fácil.
- Si voy a estar aquí, indefinidamente, quiero una cosa.
- Depende.- Respondió, se sentó en su silla frente a mí y entrelazó sus dedos sobre la mesa.
- Ver a mi familia una última vez.- Pedí.
- Imposible.
- ¿Por qué? Son mis padres, necesito despedirme de ellos, decirles que estaré bien y que los mantendré al tanto sobre mi.- Insistí.
- Dije no, deja de insistir.
- Pero...
- ¡Dije que no!- Gritó luego de golpear la mesa.
- Bien, pero no esperes que sea amable, mucho menos que te respete. Para mi no eres nadie.- Dije poniéndome de pie y caminando hacia la escalera.
- ¡Regresa!- Gritó tirando todo lo de la mesa.
- ¡Enzo!- Gritó otra voz masculina.
Sentí mi corazón apretarse, mis músculos se tensaron, mis ojos vibraron con lágrimas llenándolos.
- Samuel, querido ex socio. ¿Que te trae por aquí?- Preguntó Enzo, hablando como si viera a un amigo de toda la vida con quien no tuvo problemas.
- ¡¿Donde tienes a mi esposa?!- Gritó Samuel, bajé las escaleras y lo miré.
Su pecho subía y bajaba por su acelerada respiración, su arma estaba en su mano.
Nuestras miradas se encontraron, sentí nervios, rabia, tristeza, decepción.
- ¿Tu esposa? Querrás decir, mi futura esposa.- dijo Enzo -. Porque, como habíamos dicho, Andrea sería mi esposa en cuanto regresara.
- Ella se enamoró de mí, es mi esposa y será siempre, la única mujer en mi vida.- Se defendió Samuel.
- Perfecto, que ella decida si quedarse o irse a seguir viviendo con un mentiroso, o sea, tú.
- ¿Amor?- Dijo Samuel girando a verme.
Recordé todo lo que Enzo me contó sobre Samuel.
Samuel no solo me mintió, también permitió que me enamorara de él, confiara en él y hasta cambiara mi vida, todo por él. Siempre ha sido por él.
Caminé a Enzo, me abracé a su brazo y trague para tomar valor y mirar a Samuel.
- Vete.- Susurré.
- Ya escuchaste, amigo. Mi mujer quiere que te vayas. Y por cierto, estás invitado a nuestra boda, será en unos meses. ¿Cierto, amor?- Preguntó mirándome. Yo no respondí, solo miré a Samuel tratando de no llorar.
- ¿Ann?- Susurró Samuel - ¿De verdad piensas quedarte con un completo desconocido? Él solo te secuestró mientras yo...
- ¿Tú?- Pregunté interrumpiendolo -. Tú solo me engañaste para acercarme a ti, aprovechaste que mi padre necesitaba esa operación para luego cambiar mi vida drásticamente.- Dije acercándome a él -. No solo no he podido dormir en paz, sabiendo que alguien en cualquier momento puede matarte, también he arriesgado mi vida aún más de lo que ya lo he echo.- Llegué frente a él y apreté los puños -. Y ahora te quiero lejos de mi y de mi hijo.
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Andrea
RandomPRIMER LIBRO DE LA BILOGIA "SALVATORRE" • A veces el amor no lo vence todo, tenemos que vivir para aprender. Andrea lo sabe, Andrea nos cuenta su vida, nos cuenta como conoció el amor y le fue arrebatado, nos cuenta como luchó y como le dió valor a...