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AndreaEstaba en casa, con Jayden y Jordan, Samantha dormía y Christopher había ido a ver a sus padres.
Victoria se duchaba, Raphael en la oficina de Samuel, Sam con su padre y los míos durmiendo.
Mi celular sonó y me alejé para responder sin molestar a Samy ni a los bebés.
- ¿Como estás?- Pregunté cerrando la puerta del balcón de la habitación de Samantha.
- Bien, ya estoy donde te dije.- Respondió él.
- Perfecto, estarás bien.
- Lamento lo que pasó con tu embarazo, pero me alegra que tu hija esté bien.
- Creí que sería varón, pero aún así la amo más que a nada en el mundo.
- Lo sé, Andrea. Eso no lo dudo. ¿Cómo está Sam?
- Se culpa por la estupidez que hizo Mónica. No se que hacer para que deje de creer eso.
- Con el tiempo estará todo normal, créeme.
- Te extraño.- Susurré.
- Y yo a ti...., pequeña.
- Volverás. Solo necesito seguir con nuestro plan para acabar con tu hermano.
- También lo sé, pronto nos veremos. Júralo.
- No creo en las promesas, lo sabes. Pero si en nuestra realidad, y haré todo lo posible para que regreses con nosotros, tu familia.- Afirmé con la voz temblorosa.
- No llores, Andrea. Sabes que pase lo que pase, estaré para ti. Eres mi mejor amiga.
- Te quiero, Vicente.
- También te quiero, pequeña.
- Debo colgar, alguien puede oírme. Lo mejor es que nadie se entere de tu falsa muerte.
- Cuida de ella, hazlo hasta que puedas.- Mi garganta ardió y mis ojos se llenaron de lágrimas.
- Se que estará bien, estará con su padre.
- Sam será un excelente ejemplo cuando no estés.
- Cuídate.
- Siempre lo hago.- Colgó.
Me apoyé en la barandilla del balcón y guardé mi celular en el bolsillo de la chaqueta.
La puerta sonó y me limpié las lágrimas para girarme.
Sam.
- Amor.- Llamó y caminé hacia él.
- Hola, guapo.- Dije ordenando el cuello de su camisa - Me alegra que llegaras bien.
- Ven conmigo.- Pidió sonriendo y tirando de mi mano.
Caminamos hacia nuestra habitación y me giró para ver un lado de la habitación con una gran cuna, lleno de peluches y un mueble con ropa, biberones y todo lo necesario para el cuidado de un bebé recién nacido.
- Ahí dormirá nuestra hija, cuando salga de la clínica.- Dijo señalando el lugar.
- Amor, es hermoso.- Dije tomando su mano nuevamente.
- Si quieres que duerma con nosotros, no hay problema. Será tu decisión.
- ¿Estás preparado para noches de desvelo? Escuchar a tres bebés llorar por leche.
- Soporto tus gritos, ronquidos, malos olores, mal aliento en la mañana y tu mal humor cuando estabas en tu periodo; soportaré a mi hija.- Dijo llevando un mechón de mi cabello detrás de mi oído.
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Andrea
AléatoirePRIMER LIBRO DE LA BILOGIA "SALVATORRE" • A veces el amor no lo vence todo, tenemos que vivir para aprender. Andrea lo sabe, Andrea nos cuenta su vida, nos cuenta como conoció el amor y le fue arrebatado, nos cuenta como luchó y como le dió valor a...