Capitulo •39

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Samuel

16 años después....

Llegué a la mansión y bajé con la caja negra en manos.

Caminé directamente hacia el jardín de Clara y la ví ahí.

Su cabello marrón, sus ojos estaban cerrados, su piel suave y su ropa sucia por la tierra.

- Andrea.- La llamé.

Sus ojos azules encontraron los míos y una gran sonrisa apareció en su rostro.

- Hora de ir a ver a mamá.

- ¡Papá!- Gritó la adolescente frente a mi.

Se puso de pie y antes que lograra abrazarme, la esquive y se fue de cara hacia las flores.

Reí y me senté en una banca negra.

- ¡Papá!- Gritó quejándose.

- Deja de gritar, Andrea.- pedí, aún con la caja en mano.

- A la próxima le digo al tío Manuel.

- Manuel no me hace ni cosquillas.- me encogí de hombros.

- El tío Vicente si.- rió.

- Por graciosa quedaste sin regalo.- bromee.

- ¡Dame!

Se abalanzó sobre mi y logró quitarme la caja, la abrió y volvió a gritar.

- ¡Me encanta!- gritó con entusiasmo. Abrazando el nuevo disco de su cantante favorito.

- Dios, deja de gritar. Odio que griten.- renegué entrando a la casa, siguiendo a mi hija.

- Mamá me contó que siempre lo decías, por eso lo hago yo.- comenzamos a subir las escaleras.

- Tu madre.- reí -. Ella me temía.- mentí.

- Ay, ajá.- Dijo con sarcasmo.

- Cállate, rata.

- "Cállate, rata" - Se burló haciendo la voz más gruesa.

- Respetame, soy tu padre.

- Y yo soy tu hija, también debo soportarte. Ambos perdemos.

Sin duda es hija de Andrea.

- Papá, ¿Qué hora es?- Miré mi reloj.

- 17:30.- Respondí.

- ¡El cementerio cierra en una hora y media!- Volvió a gritar.

- Apresúrate, les avisaré a tus primos.

- ¡Bajo en 30!- Gritó y se encerró en su habitación.

- Tío.- Saludó Jayden.

- Hijo, vamos a ver a Andrea. Pregúntale a tu madre si viene, por favor.

- Mamá salió con su novio, tío.- Respondió Jordan.

- Vaya madre la que tienen, eh.- Ellos rieron- ¿Quieren ir conmigo y su prima o tienen planes?

- No tenemos nada que hacer.- Comentó Jordan.

- Salimos en cuanto salga Andrea, vayan a sus camionetas.

****

- Hola, mamá.- Le dijo mi hija a la tumba de Andrea. 

- Tío, vamos a pasar por las flores.

- Acompañalos, hija.- Le dije a Andrea y ella asintió para alejarse con Jayden y Jordan.

Me senté en el pasto y saqué las flores que aún no se marchitaban.

- 16 años, amor.- Susurré - 16 años y aún no logro poder dormir sin ti a mi lado, cada día te siento más lejos de mi.- Una sonrisa triste se formó en mis labios - ¿Te puedo pedir un favor? Aleja a las mujeres de mi, estoy cansado de ver como las madres solteras se me acercan en la escuela de Andrea. Si vas a mandarme una mujer, que sea linda. Solo si quieres, eh.- Su risa se me vino a la cabeza - Te extraño, Annie.

- Papá.- Llamó mi hija, acercándose.

- La rosas blancas.- giré y Jayden me dio el ramo.

Puse las rosas alrededor de la lápida limpia luego de cambiar el agua.

- La extraña, ¿Cierto?- Escuché a Jordan preguntar.

- Por supuesto, Jo.- Respondí.

- ¿Por qué le puso el nombre de nuestra tía a nuestra prima, tío?- Preguntó Jayden.

- Porque su tía es la mujer más importante de mi vida, al igual que su prima.

- ¿La amabas mucho?- Preguntó Andrea.

- El amor es muy poco para describir todo lo que siento por tu madre, linda.

- Me gustaría que ella siguiera viva.- Dijo Jordan.

- Hora de irnos, chicos.- Me puse de pie y tomé la mano de mi hija.

- ¿Estaremos bien?- Preguntó mi hija.

Sonreí y crucé mi brazo por sus hombros.

- Estaremos bien, Andrea.- Respondí luego de darle una mirada rápida a la tumba de mi esposa.

Sin duda estaríamos bien, sin importar, pase lo que pase, estuvimos bien por 16 años... ¿Qué podría pasar ahora?...

AndreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora