Capitulo •37

2.8K 221 6
                                    

"
Andrea

Dios, que lindo cumpleaños celebré ese año.

En camino a la casa de Enzo, con Sasha. La noté nerviosa.

- Oye, estarás bien. Vas a regresar con tu sobrina y el resto de la familia.

- Andrea, hablaba en serio, ese día en la clínica. Estoy muy arrepentida de todas las babosadas que hice y me gustaría regresar el tiempo para no cometer los mismos errores.

- Hey, ya pasó, ahora solo te quiero en casa, segura, y con toda la familia.

- No quiero que te quedes con él.- Susurró.

- Debo hacerlo, es por la paz de ustedes. Pero quiero que sepas algo.- Ella me miró - Te perdono. Te perdono de corazón.

Sasha me abrazó y le correspondí.

- Necesito que le digas a Sam esto: debajo de la cuna de la bebé, hay dos paquetes. Dentro hay sobres, cada carta tiene un numero, independientemente lo que vaya a pasar conmigo, le de una carta dependiendo de la edad de mi hija, cada año. ¿Entendiste?

- Si, pero por favor, cuídate mucho. Y si tienes oportunidad, regresa con nosotros.

- Bajen.- Interrumpió el conductor.

Bajé sin soltar la mano de Sasha.

En la puerta principal estaba Enzo, sonriendo victorioso y con mi hija en brazos.

- Creí que intentarían recuperarla, pero no tan pronto.- Se burló.

- Entregala y lleva de regreso a Sasha.

- No tan pronto. ¿Están limpias?- Le preguntó a su escolta.

- Si, señor. No traen nada.- Respondió este.

- Llevensela.- Dijo Enzo.

Sentí a dos hombres tomarme de los brazos y me solté de manera brusca.

Me acerqué a Enzo y le quité a mi hija. Volví a Sasha y le dí un beso en la frente.

- Cuídala bien, ella es mi vida.- Pedí mirando a mi hija. Le dí un beso largo en la frente y se la entregué a Sasha.

- Voy a dar mi vida por ella si es necesario.- Susurró Sasha.

- Vamos.- Dijo un escolta.

Sasha me dio una mirada preocupada y asentí.

Vi como mi hija y mi prima de 16 años se iban.

Sentí a un hombre tomarme del codo y volví a soltarme.

- ¡Si voy a estar en este maldito lugar, quiero una habitación para mi sola!- Grité y entré a la mansión.

Enzo me siguió y caminé hacia la antigua habitación de Vicente.

- Esto será a mi manera, o las cosas saldrán muy mal.- Le advertí.

- Esto saldrá mal si yo lo quiero.

- No me subestimes, Enzo. Soy mucho más fuerte que tu, y no hablo físicamente.

Su mano paró en mi mentón, manteniendo mi rostro firme y sus ojos fijos en los míos.

- No quieras pasarte de lista, querida. No solo se usar una arma para controlar a las personas.

- Intenta tocar a mi familia y verás como esta casa arde contigo dentro.

- ¿Hablas de tu familia? ¿La que está a punto de explotar? Te aseguro que no revisaron el cuerpo de Christopher. Linda bomba la que le metieron mis hombres al estómago.

AndreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora