Celos e inseguridades de un joven enamorado

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15 días después del viaje de regreso a Konoha, el día que sucedió todo.

-Ne, ne, apúrate ero~sennin, ya puedo ver la entrada de la aldea -comentó entusiasmado un hermoso joven de 15 años, quien portaba una coleta alta sujetando su rubia melena, al igual que iba vestido diferente a su habitual traje naranja, pues usaba un yukata en tonalidades azules, desde hace tiempo ya no usaba su banda ninja que tenía guardada, dándole un aire femenino y delicado.

-Cálmate mocoso, estoy seguro que la chica Haruno no ha ido a ninguna parte -comentó Jiraiya molestando al muchacho.

-¿Sakura~san?, así, Sakura~san, ya quiero verla, dattebayo -respondió el joven pelirrubio al inicio extrañado por el comentario del viejo pervertido, para luego recordar que lo estaba molestando, por la vez que lo había cachado masturbándose. -(Que suerte tengo dattebayo, estoy seguro de que jamás lo olvidará, no quiero imaginar cómo reaccionaría si le dijera que lo hacía pensando en el bastardo del teme, al menos tuve la suerte de que no escuchará su nombre, mmm, aunque ya son varios meses de que no eh tenido la necesidad de masturbarme, lo que menos me agradaría es que alguien me viera de nuevo de esa manera) -pensó moviendo la cabeza en forma negativa, mientras se acercaban a la entrada de Konohagakure.

Cuando por fin llegaron a la entrada de la Aldea que era custodiada por los guardias de siempre, Jiraiya y Naruto los saludaron animados, estos al ver al joven pelirrubio, no lo reconocieron al instante, pues se veía muy diferente en todos los aspectos, ya que el adolescente, desde que tenían uso de razón, siempre portaba su típico traje naranja, aparte de que siempre usaba la bandana ninja en la cabeza, eso hacía que no resaltaran aquellos hermosos ojos azules que miraban en ese preciso momento ah ambos hombres, junto con una bella sonrisa, la que siempre había mostrado, que muy pocos habían logrado apreciar; siguieron apreciando el rostro del joven, notando aquellos cabellos rubios que caían sobre un lado de su rostro, lo hacían ver demasiado atractivo, que en esa fracción de segundos dudaron sobre su sexualidad, puesto que ¿cómo era posible que aquél adolescente que estaba próximo a cumplir los 16 años se viera más sexy que la mujer de la cual cada uno de aquellos guardias estaba enamorado?, sin embargo salieron de su ensoñación cuando el joven se despedía de ambos; caminando, adentrándose a la aldea; así Izumo y Kotetsu vislumbraron la espalda del cuerpo del joven Uzumaki, notando que de espaldas parecía un cuerpo femenino, por las leves curvas que se acentuaban, junto con aquel firme y duro trasero que se apreciaba debajo de aquella tela, cuando se encontraron completamente solos de nuevo, uno habló.

-Izumo, hoy por primera vez en mi vida dudó de mis preferencias sexuales -comento serio mirando a su compañero.

-Se a lo que te refieres Kotetsu, me siento igual, no sé si preocuparme o ignorar que tengo una erección -respondió Izumo apenado, acomodándose su pantalón, lo más disimulado que pudo.

-Tu estas más grave que yo entonces -dijo sintiéndose incómodo de repente. -Creo que deberías ir a solucionar eso, no veo que baje -agrego Kotetsu mirando la entrepierna de su compañero para luego mirar su rostro.

-Sabes, no ayuda en nada que te le quedes viendo de ese modo -respondió sonrojado levantándose para ir al baño. -Ya regreso -añadió para retirarse de inmediato.

-Estoy seguro que más de uno, sufrirá lo mismo al ver a Naruto -susurró Kotetsu. -(Joder no puedo dejar de pensar en su trasero) -pensó, sintiendo como su rostro se tornaba caliente.

Mientras eso sucedía con los guardias, Naruto y Jiraiya iban caminando rumbo a la torre del Hokage, siendo observados por hombres y mujeres que miraban embelesados la belleza del pelirrubio quién aún no habían identificado como Naruto Uzumaki, a pesar de portar las marcas características de su rostro, mientras que por otra parte de Konohagakure, siendo precisos en la torre de la Hokage Tsunade, se encontraba el pequeño Konohamaru peleando sobre las misiones pobres de las que era participe como antaño lo hiciera el pelirrubio del equipo 7 de Kakashi, para luego retirarse con su singular equipo, topandose de camino a la chica de cabello pelirrosa; encaminándose todos a la entrada de la aldea para recoger los registros de quiénes habían entrado ese día, inmediatamente vieron plasmado el nombre de Naruto, quien había arribado a Konoha, 4 individuos salieron corriendo de regreso a la oficina de Tsunade.

EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora