El comienzo de los entrenamientos de Choji

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Eran las 3:30 de la mañana cuando la alarma de Choji sonó, aún soñoliento, se levantó para ducharse, sabía que sudaría en el entrenamiento, pero si no hacía aquello, el sueño lo vencería de nuevo, por lo que aún perezoso, entro a su baño, para luego salir después de 10 minutos, vistiéndose de inmediato; luego de terminar, se apuró a salir de su casa, todos aún dormían, faltaban 15 minutos para que fueran las 4 de la mañana, por lo que se apresuró a llegar hasta la casa del Uzumaki, no tardo más que 4 minutos en llegar.

Inmediatamente noto que había luces encendidas por lo que pensando que Naruto está despierto, golpeó la puerta fuertemente, el rubio aún yacía desnudó en su cama durmiendo, hasta que aquellos golpes lo sobresaltaron, despertándolo a medias, dormido se puso su ropa interior, sin notar que se había colocado la tanga que había usado en la fiesta, su cabello suelto lo medio amarro, salió hasta la entrada abriendo la puerta.

-Na... Naruto... -tartamudeó estupefacto, aquella visión era hermosa, al igual que a la vez extraña, el rubio tenía un cuerpo femenino a pesar de ser hombre, claro que, sin los pechos, de la rubia, pero con un miembro entre su pelvis.

-Mmm -respondió el rubio aún adormilado.

-Naruto, estas, amm, desnudó -dijo apenado, notando que aquella prenda negra era transparente, aparte de que el amiguito del rubio, estaba despertando, por lo que volteo la mirada.

-¡Eh! -dijo empezando a despertar, para darse cuenta que aquello era cierto. -Mierda, disculpa Choji me iré a bañar -respondió sonrojado corriendo a su recámara, dándole una vista a su amigo que solo hizo que se incomodara más al sentir que su hombría reaccionaba. -Pasa y cierra la puerta por favor, saldré en un momento -grito desde su cuarto.

El joven Akimichi, controló lo que su cuerpo estaba experimentado, la ansiedad hacía que quisiera comer papitas, pero entro a la casa, cerró la puerta, sentándose, esperando a que Naruto saliera.

Después de 10 minutos el rubio salió, traía ropa de entrenamiento holgada de color negra, masculina, sin embargo, aún se veía femenino, su cabello estaba sujeto en un chongo.

-Listo, disculpa la demora, al igual de cómo me viste -dijo cohibido. -Bueno antes de entrenar, haré algo ligero para que tengamos energía -comentó dirigiéndose a la cocina en donde preparó unos licuados con suficiente proteína.

Al terminar le extendió un vaso enorme a Choji para que lo bebiera, esté aún se encontraba preocupado, sentía ligeras mariposas en su estómago.

-Gracias Naruto -respondió agarrando la bebida, engulléndola de inmediato. -Esto sabe genial -contestó devolviendo el vaso.

-También tiene las proteínas que necesitarás, bueno es hora de irnos, disculpa porque te dije a las 4 y yo no fui el puntual, ya casi son las 5, lo siento -comentó dejando los vasos en el fregadero para lavarlos luego.

-No te preocupes Naruto -dijo sonriendo para luego ver que le regresaban una sonrisa más radiante, su corazón palpito.

Salieron del departamento, empezando a trotar uno a lado del otro, algunos aldeanos empezaron a reírse al ver al joven gordito mientras aquella hermosa chica, estaba a su lado. Choji hacía oídos sordos, no podía empezar a sentirse mal, después de 30 minutos de trotar, Naruto le dijo que era hora de correr, así lo hizo, más aldeanos empezaron a inundar la calle, los comentarios ahora eran sobre qué de seguro hacía aquello porque tenía la esperanza de que la chica le hiciera caso, diciendo que una lindura como esa jamás se fijaría en él, que nunca serian algo más que amigos, Naruto empezó a molestarse al notar que los comentarios que estaba escuchando empezaban a afectar a su acompañante, a pesar de eso siguieron corriendo hasta que unos jóvenes más grandes que ellos, detuvieron a la pareja.

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