El kyubi

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El Uzumaki se fue de regreso a su departamento, al ingresar vio al Akimichi sentado, practicando ninjutsu, sonrió al ver aquello, cerró la puerta con cuidado para no desconcentrarlo, notando que, si se miraba más delgado que antes, con cuidado se sentó.

-Eres increíble Choji -susurro para no espantarle.

-Oh, no, tú lo eres más Naruto -dijo sonriéndole, para parar con lo que hacía, notando un pequeño brillo en los iris contrarios. -¿Todo bien con Sai? -pregunto susurrando sin saber el porqué, hablaban así.

-Si, ven vamos a mi recámara, para que te cuente todo -dijo levantándose el Uzumaki, detrás de él le seguía el peli naranja. Una vez dentro, Naruto le conto todo lo sucedido con el pelinegro y sobre lo que le había dicho la Hokage.

-Eso explica lo que note -hablo para sí mismo, viendo consternación en la mirada del rubio. -Tsunade-sama, tiene razón, Sanko te mira de cierta manera, como si se estuviese interesando en ti, confiando en ti demasiado a pesar de que apenas se conocen, ¿Qué harás? -pregunto preocupado Choji.

-No lo sé, me preocupa las posibilidades de que pueda hacer daño a su bebé, pero no quiero influir para que no se deshaga de él, si eso es lo que desea en realidad -suspiro acostándose en su cama.

-No te preocupes, veras que dentro de poco Sanko volverá a ser él, solo hay que esperar a el médico que llegará en unos días para que le revise -dijo acostándose en la cama también, cerrando sus ojos, relajándose como lo hacía el rubio, de repente sintió un cuerpo encima de él. -Na..., Naruto... -tartamudeo al tener encima de él el cuerpo femenino del Uzumaki, podía notar la falta de un miembro y ver el cimiento de unos pechos, sin embargo, aquellos ojos no eran azules.

-Jejeje, ¿Qué te detiene humano?, el chico ya se te ofreció deberías de sentirte honrado, aun a mí me sorprende que pasara esto, pero supongo es por el hecho de que siempre has estado junto al otro chico y por eso ambos huelen igual, sus olores están entremezclados -dijo el kyubi, oliendo el cuerpo debajo de él. -Si, esto es demasiado interesante, jejejeje, ambos son amigos, puedo ver que te debates entre seguir tus deseos -comento con aquella voz, mostrando sus colmillos.

-¿Tú eres el kyubi? -pregunto consternado.

-Bingo, pequeño humano, tu amigo la está cagando demasiado a pesar de que las tiene de ganar, de que dejé que sucumbiera a Naruto, el que ya hablara con el también, a pesar de que ya le dije al chiquillo, que no necesita esperar a que sus sentimientos sean correspondidos, los sentimientos humanos son solo una estupidez -agrego ceñudo aquel rostro femenino.

-Naruto es humano -contesto el Akimichi.

-Error, no lo es, no desde que abrió la puerta -respondió con una cara maquiavélica, viendo preocupación en el rostro del otro joven. -Descuida, el que tome su cuerpo como ahora es algo que está permitido por él, ahora que le muestre lo que hago eso ya es decisión mía -comento burlón, a pesar de que el adolescente le había dado también esa libertad para mantener sus secretos.

-¿Qué quieres de mí? -pregunto aun consternado el peli naranja.

-Que lo cuides, confía demasiado en ti, como lo hizo antes con el Nara -expreso serio, sabiendo que, si le pasaba algo al chico, el dejaría de existir para siempre.

-Cuidarlo, ¿de qué? -pregunto preocupado, tratando de levantarse con el peso que tenía encima; lográndolo, para abrazar aquel cuerpo femenino.

-De todo, hasta de el mismo si es necesario, no termines cagandola como tu mejor amigo, Naruto probablemente terminara eligiendo más de una pareja, agradécele eso a Shikamaru jejejejeje -se reía con aquella voz escalofriante.

-Eso que significa -soltó el Akimichi viendo aquellos iris naranjas, sin comprender completamente todo lo que escuchaba.

-Averígualo tu solo, yo ya me voy -expreso sonriendo burlón, para deshacer el jutsu, el Akimichi, tenía al rubio abrazándole, quien empezó a despertar. -¿Qué paso? -pregunto consternado, al notar en la posición en la que se encontraba en esos momentos.

-Salió el kyubi -respondió el peli naranja.

-Rayos, ¿te amenazo o algo? -pregunto contrariado, ya que este solía salir casi siempre por aquellas razones.

-No, solo me pidió que te cuidara -dijo sonriendo.

-Eso es extraño, ¿estás seguro que no te lastimo? -pregunto aun dudoso.

-No, estoy bien; Naruto creo que necesitamos ir a comer ya son casi las tres de la tarde -termino de decir.

-Tienes razón -soltó, levantándose. -Iré a ver a Sanko, ¿te puedo encargar servir los alimentos? -pregunto Naruto.

-Si, no te preocupes, vamos -comento, para levantarse detrás de él, al salir de la recamara, cada quien se fue hacia donde tenía que ir.

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